Apoyo vecinal a los inmigrantes del cuartel de Sant Andreu

Miembros de las asociaciones de vecinos de Sant Andreu y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) se concentraron ayer por la tarde frente a los antiguos cuarteles de Sant Andreu para protestar por el anunciado desalojo de los cerca de 200 inmigrantes en situación irregular que viven en estas viejas instalaciones militares desde principios de este año. Ayer se cumplía el plazo dado por el Ministerio de Defensa para que estos atípicos okupas abandonaran el edificio, destinado a albergar equipamientos y servicios.

Los inmigrantes, de diversas nacionalidades, ...

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Miembros de las asociaciones de vecinos de Sant Andreu y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) se concentraron ayer por la tarde frente a los antiguos cuarteles de Sant Andreu para protestar por el anunciado desalojo de los cerca de 200 inmigrantes en situación irregular que viven en estas viejas instalaciones militares desde principios de este año. Ayer se cumplía el plazo dado por el Ministerio de Defensa para que estos atípicos okupas abandonaran el edificio, destinado a albergar equipamientos y servicios.

Los inmigrantes, de diversas nacionalidades, se han negado a obedecer el requerimiento que les hizo llegar Defensa el pasado 28 de octubre, en el que les daba 10 días para desalojar los cuarteles. El plazó expiró ayer a las 19.00 horas, sin que a última hora de la tarde hubiera hecho acto de presencia la policía. Los inmigrantes esperan con resignación el posible desalojo, pero están decididos a no abandonar los cuarteles porque no tienen otro sitio a donde ir.

Representantes de la FAVB se reunieron con la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Susanna Bouis, el pasado miércoles. El secretario de la federación, Joan Garcia, explicó que el colectivo solicitó a la subdelegada 'que interceda ante el ministerio para que los inmigrantes puedan pasar el invierno en los cuarteles'. Garcia denunció que Bouis 'sólo se comprometió a tener muy en cuenta el aspecto humanitario' para que 'al menos se atiendan los casos más problemáticos'.

La convivencia entre los vecinos y los inmigrantes es satisfactoria e incluso se han realizado campañas de recogida de ropa y alimentos. Mañana está prevista una reunión de representantes del colectivo de inmigrantes y del movimiento vecinal para decidir qué medidas se adoptan para evitar el desalojo. El Departamento de Bienestar Social estudia la posibilidad de alojar a los inmigrantes en locales alternativos a los cuarteles.

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