Crítica:TEATRO

Los asesinatos de mamá

Si no fueran tan jóvenes, se podría decir que los autores-directores bonaerenses Rafael Spregelburd y Javier Daulte son dos viejos conocidos de ese sector del público español que está atento a las novedades del teatro internacional. Spregelburd (1970) y El Patrón Vázquez, su compañía, han visitado varias salas alternativas de Barcelona y Madrid con espectáculos tan magníficos e inquietantes como La modestia, en el que dos parejas que viven en diferente tiempo y lugar comparten el mismo espacio escenográfico sin encontrarse nunca. De Daulte (1963) hemos visto recientemente Gore, l...

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Si no fueran tan jóvenes, se podría decir que los autores-directores bonaerenses Rafael Spregelburd y Javier Daulte son dos viejos conocidos de ese sector del público español que está atento a las novedades del teatro internacional. Spregelburd (1970) y El Patrón Vázquez, su compañía, han visitado varias salas alternativas de Barcelona y Madrid con espectáculos tan magníficos e inquietantes como La modestia, en el que dos parejas que viven en diferente tiempo y lugar comparten el mismo espacio escenográfico sin encontrarse nunca. De Daulte (1963) hemos visto recientemente Gore, la mejor comedia de este verano, en la que dos extraterrestres de una civilización a punto de desaparecer entran en conflicto con un grupo de terrícolas pobres, incultos, violentos.

Ambos autores formaron

parte del movimiento Caraja-jí, caracterizado por la diversidad de identidades, estilos y propósitos de sus integrantes ('esto no es un manifiesto y no sienta ningún precedente', decía su célebre manifiesto). De ahí salieron buena parte de quienes, en medio de una crisis económica de grandes proporciones, están renovando la escena porteña con imaginación, talento y libertad creativa. Entre ellos, Alejandro Tantanian (1966), poco conocido en nuestro país, aunque ha trabajado en Francia y Alemania. Los tres se juntaron el año pasado para escribir y dirigir La escala humana, obra de gran éxito en Buenos Aires, que también ha viajado a Berlín -la coprodujo el Hebbel Theater-, Hamburgo y al Festival de Cádiz. 'No nos gusta que nos llamen nuevos dramaturgos: somos dramaturgos, sin más. Con La escala humana nos propusimos hacer una obra sin contenido, que no tuviera nada que ver con lo que se vive en Argentina, ni siquiera en un plano simbólico', me contaba Spregelburd poco después del estreno. 'Y nos salió una comedia muy negra: pero lo primero que dijo la crítica es que refleja la realidad de nuestro país, ¡y que es la obra canónica de los nuevos dramaturgos!'.

La escala humana narra las disparatadas maquinaciones de tres hermanos empeñados en encubrir a su madre, que ha acuchillado a una vecina en la cola del puesto de frutas de un mercado y después se ha echado un novio policía. En España ha sido editada por Casa de América, en su colección Teatro Americano Actual, y en Madrid se va a representar del 6 al 9 de noviembre en la Sala Cuarta Pared.

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