Aguas procelosas
Fanática es uno de esos productos pensados para amortizar situaciones ajenas, aunque cambiando lo suficiente para no tener que pagar derechos de autor.
Aquí el modelo no es otro que Atracción fatal, sólo que los treinteañeros de aquélla se convierten en adolescentes un tanto talluditos, con lo cual no se trata tanto de defender la sacrosanta institución matrimonial. Sólo -es un decir- un noviazgo muy formal entre chica que ha ayudado a sacar a un chico malo del pozo, nadador en aguas no muy claras, por lo que se ve, y quien, en buena ley, aspira a llevarse al muchacho al a...
Fanática es uno de esos productos pensados para amortizar situaciones ajenas, aunque cambiando lo suficiente para no tener que pagar derechos de autor.
Aquí el modelo no es otro que Atracción fatal, sólo que los treinteañeros de aquélla se convierten en adolescentes un tanto talluditos, con lo cual no se trata tanto de defender la sacrosanta institución matrimonial. Sólo -es un decir- un noviazgo muy formal entre chica que ha ayudado a sacar a un chico malo del pozo, nadador en aguas no muy claras, por lo que se ve, y quien, en buena ley, aspira a llevarse al muchacho al altar.
Es tan previsible, no ya para quien haya visto el modelo imitado, sino para cualquier espectador sensato; es tan plana y sin atractivos, que como siempre en este tipo de películas, lo único que interesa, por decir algo, es la personalidad patológica de la chica, su habilidad para travestirse, su innata capacidad para el mal. El porqué de que esta película haya sido la más recaudadora, en algún momento, en EE UU, es un abismal, indescifrable misterio.
FANÁTICA
Director: John Polson. Intérpretes: Jesse Bradford, Erika Christensen, Shirl Appleby, Dan Hedaya, Kate Burton, Clayne Crawford. Género: criminal, EE UU, 2002. Duración: 95 minutos.