Dejar las drogas y volver a vivir

Tengo 28 años y de los 14 hasta los 26 fui drogadicta. Durante 12 años mi familia vivió el calvario y la ruina de la droga. En mi casa ya no había risas ni alegría, siempre discutiendo, destrozando todo por donde pasaba. No me importaba que mi madre enfermara por mi culpa. Tuve una hija y ni la quería ni me preocupaba por ella y perdí mi autoestima.

Durante estos años mi madre llegó a desearme la muerte muchas veces, pero siempre intentaba que yo saliese de ese mundo llevándome de un centro a otro sin obtener resultados, hasta que llamó al 902 101 501 y me ingresaron en Narconon Mediter...

Tengo 28 años y de los 14 hasta los 26 fui drogadicta. Durante 12 años mi familia vivió el calvario y la ruina de la droga. En mi casa ya no había risas ni alegría, siempre discutiendo, destrozando todo por donde pasaba. No me importaba que mi madre enfermara por mi culpa. Tuve una hija y ni la quería ni me preocupaba por ella y perdí mi autoestima.

Durante estos años mi madre llegó a desearme la muerte muchas veces, pero siempre intentaba que yo saliese de ese mundo llevándome de un centro a otro sin obtener resultados, hasta que llamó al 902 101 501 y me ingresaron en Narconon Mediterráneo, un centro de rehabilitación de drogas y alcohol.

En este centro me ayudaron a salvar toda una vida, la mía, pudiendo recuperar así a mi hija y mi familia, aprendiendo a afrontar la vida sin drogas, con unos valores morales que nunca había tenido ni experimentado y con el deseo y la satisfacción de seguir hacia adelante. Ahora colaboro con el centro que me devolvió la vida y las ganas de luchar por todo lo que yo no sabía ni que existía, que soy yo, mi hija, mi familia y la satisfacción de ayudar a la gente que desea salir de drogas. Con estas líneas lo único que deseo es dar ánimos a todas aquellas personas que, aun habiendo intentado salir del mundo de las drogas, no lo han conseguido.