OPINIÓN DEL LECTOR

Represión o castigo

El motivo de mi carta no es otro que denunciar la injusticia cometida con mi hijo Antonio, de 13 meses de edad, en la guardería pública de mi pueblo.

Inicié los trámites para que mi hijo fuera a la guardería cuando se abrió el plazo para la matriculación. Asistí a la reunión convocada por la concejala de Asuntos Sociales y las monitoras, y en ella expuse que mi hijo aún no andaba aunque sí 'gateaba' (tres niños más se encontraban en la misma situación).

Cuando publican la lista de niños admitidos, mi hijo aparece en ella, pero al lado de su nombre aparece la frase 'pendiente de e...

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El motivo de mi carta no es otro que denunciar la injusticia cometida con mi hijo Antonio, de 13 meses de edad, en la guardería pública de mi pueblo.

Inicié los trámites para que mi hijo fuera a la guardería cuando se abrió el plazo para la matriculación. Asistí a la reunión convocada por la concejala de Asuntos Sociales y las monitoras, y en ella expuse que mi hijo aún no andaba aunque sí 'gateaba' (tres niños más se encontraban en la misma situación).

Cuando publican la lista de niños admitidos, mi hijo aparece en ella, pero al lado de su nombre aparece la frase 'pendiente de estudio'.

Intento localizar a la concejala para que me aclare el motivo y no lo consigo, aunque sí me llama la asistenta social del Ayuntamiento con los papeles preparados para enviar a mi hijo a que lo valoren en el SAE por el problema que tiene (?).

Me quedo estupefacta, ofendida, ¿cuál es el problema de mi hijo, que su madre no conoce?

Durante dos semanas, y al haberse publicado las listas de admitidos, en mi pueblo, de 5.000 habitantes, se ha hablado de que mi hijo tiene todo tipo de enfermedades.

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La asistenta social y las monitoras no saben nada y todo apunta a que ha sido la concejala la promotora de que mi hijo haya sido discriminado, dañando nuestra integridad.

Y yo me pregunto si todavía me guarda rencor por presidir un AMPA que no estuvo de acuerdo con la decisión de hacer una guardería en el patio de nuestro colegio, ya que para la inmensa mayoría de padres y madres (y así lo decidimos en votación) perder la mitad del patio nos parecía una barbaridad, cuando a 20 metros teníamos una guardería que actualmente mantenían cerrada.

¿Es que mi hijo Antonio va a pagar por no estar de acuerdo su madre con la política educativa que practica esta concejala?

Si es así, señora concejala, lo tiene crudo, porque cada vez que cometa una injusticia la voy a denunciar, al menos mientras los padres y madres que componemos el AMPA así lo decidamos.

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