Un incendio destruye 28 viviendas en un edificio de Madrid

Momentos de histeria y mucho miedo se vivieron ayer en los números 24 y 26 de la calle de Julio Palacios, en el distrito de Fuencarral (Madrid), durante un incendio que afectó a 48 viviendas, 28 de la cuales quedaron arrasadas. Las llamas se propagaron con gran rapidez por el interior del inmueble (182 viviendas), ya que una escalera estaba recubierta de materiales muy inflamables, tales como madera, tarima y papel entelado. El Samur-Protección Civil, que montó cuatro hospitales de campaña, atendió a 69 personas (46 bomberos, dos miembros del Samur y 21 vecinos), de los que seis necesitaron se...

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Momentos de histeria y mucho miedo se vivieron ayer en los números 24 y 26 de la calle de Julio Palacios, en el distrito de Fuencarral (Madrid), durante un incendio que afectó a 48 viviendas, 28 de la cuales quedaron arrasadas. Las llamas se propagaron con gran rapidez por el interior del inmueble (182 viviendas), ya que una escalera estaba recubierta de materiales muy inflamables, tales como madera, tarima y papel entelado. El Samur-Protección Civil, que montó cuatro hospitales de campaña, atendió a 69 personas (46 bomberos, dos miembros del Samur y 21 vecinos), de los que seis necesitaron ser trasladados al hospital.

Los bomberos recibieron a las 11.39 una llamada que alertaba de un fuego en una vivienda del tercer piso, escalera b. La primera dotación de bomberos llegó cinco minutos más tarde y se encontró con un panorama ciertamente preocupante. Varias personas se hallaban en las terrazas del edificio pidiendo auxilio y presas del pánico, ya que las llamas había ascendido con rapidez.

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Cuando los bomberos lograron acceder al jardín, el terreno cedió (estaba bastante húmedo) y los camiones se quedaron hundidos en el césped, algo alejados del inmueble. A partir de ahí, comenzaron a bajar a las 15 personas que estaban encaramadas en las terrazas. Como las escaleras no llegaban hasta el piso 12º, los bomberos tuvieron que emplear escalas manuales para rescatar a tres mujeres. Cuando intentaron descender, se encontraron con que el fuego arrasaba las ventanas y las terrazas de los pisos inferiores. Tuvieron que trasladar a las víctimas hasta un balcón cercano, que estaba libre de humo y llamas.

Los materiales que revestían la escalera de servicio sirvieron de combustible para que las llamas se propagaran con gran rapidez, gracias al llamado efecto chimenea. El Samur atendió a 30 bomberos y a 23 vecinos. Éstos sufrían crisis de ansiedad, nerviosismo y problemas respiratorios. El incendio quedó extinguido dos horas más tarde, sobre las dos de la tarde. Los bomberos desconocen cuál fue la causa del incendio.

EFE
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