Crítica:CRÍTICAS

Náufragos en Ibiza

¿Dónde se han metido hoy aquellos hippies de hace veinte, treinta años, esos respetables (o no) adultos que ya peinan canas? ¿Cómo viven hoy las contradicciones a que los han llevado formas de vida que poco o nada tienen que ver con sus sueños adolescentes? Tal es precisamente el punto de partida de la última producción del director italiano Gabriele Salvatores, que tan gratamente había sorprendido hace unos años con la película Mediterráneo y a quien, prácticamente desde entonces, se le había perdido la pista.

Con un despliegue de medios que se antoja suficiente, un elenc...

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¿Dónde se han metido hoy aquellos hippies de hace veinte, treinta años, esos respetables (o no) adultos que ya peinan canas? ¿Cómo viven hoy las contradicciones a que los han llevado formas de vida que poco o nada tienen que ver con sus sueños adolescentes? Tal es precisamente el punto de partida de la última producción del director italiano Gabriele Salvatores, que tan gratamente había sorprendido hace unos años con la película Mediterráneo y a quien, prácticamente desde entonces, se le había perdido la pista.

Con un despliegue de medios que se antoja suficiente, un elenco de actores con aportaciones de muy diferente interés y un guión tan ambicioso que termina dispersando en demasía las varias historias que lo tejen, Salvatores traza un cuadro generacional punto menos que vitriólico, por el que campan padres mentirosos, hijos crápulas y cínicos, madres putativas... y hasta algún que otro policía de vida poco honorable.

AMNESIA

Dirección: Gabriele Salvatores. Intérpretes: Diego Abatantuono, Sergio Rubini, María Jurado, Antonia San Juan, Rubén Ochandiano, Juanjo Puigcorbé. Género: comedia dramática, España-Italia, 2002. Duración: 118 minutos.

Ambición

Que la materia prima abordada en esta última producción es cualquier cosa menos parca está fuera de toda duda: a Salvatores se le puede acusar de muchas cosas, pero no de falta de ambición, lo cual constituye un interesante punto a su favor. Pero no es menos cierto que la amplitud de lo que narra, centrado sobre todo en los encuentros y desencuentros generacionales -hay dos padres que viven su relación paternofilial de maneras muy poco estimulantes, y que terminan pagando por antiguas culpas repentinamente materializadas ante sus ojos-, acaba lastrando una película que habría necesitado de un libreto más contenido, más trabajado, menos deshilachado.

Y hay algo más que desluce irremediablemente en este filme: su tendencia a sorprender a cualquier precio, a acumular situaciones siniestras, moralmente chocantes, a la manera de, pongamos, un Happiness a la española.

El resultado es una película astuta, pero en el que no todos los personajes tienen las mismas armas para defenderse ante sus responsabilidades en la trama, ante el público, en última instancia, y que seguramente gustará a los espectadores capaces de identificarse con los personajes más jóvenes... esos sobre los que recae el mayor protagonismo de la función.

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