CARTAS AL DIRECTOR

Escándalo en la pasarela

Hace unos días, la sobrina de Bush, modelo, se negó a trabajar porque la colección tenía inspiración 'árabe'.

El 14 de septiembre, en portada, aparece: Escándalo en la pasarela Cibeles. Las modelos han desfilado con la cara tapada. Se ha interpretado como una referencia al burka. Y, de paso, como un maltrato a la mujer.

Considero que 'la peña se pasa varios pueblos'. El diseñador ha dado su interpretación, que no tiene nada que ver. Yo quisiera aportar la mía. Soy mujer, de la generación del diseñador, y no he visto por ningún lado tales referencias. A mi entender, ...

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Hace unos días, la sobrina de Bush, modelo, se negó a trabajar porque la colección tenía inspiración 'árabe'.

El 14 de septiembre, en portada, aparece: Escándalo en la pasarela Cibeles. Las modelos han desfilado con la cara tapada. Se ha interpretado como una referencia al burka. Y, de paso, como un maltrato a la mujer.

Considero que 'la peña se pasa varios pueblos'. El diseñador ha dado su interpretación, que no tiene nada que ver. Yo quisiera aportar la mía. Soy mujer, de la generación del diseñador, y no he visto por ningún lado tales referencias. A mi entender, ha querido enseñar los modelos, no las modelos. La moda está dirigida a mujeres anónimas, no a modelos famosas. Ha querido introducir aire fresco en una pasarela que no acaba de despegar internacionalmente, y sus diseños me parecen buenos.

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Las fobias que ha despertado el 11-S parece que se están convirtiendo en una psicosis colectiva contra todo lo que parezca proceder de los discípulos de Mahoma.

Dejar de pasar unos modelos porque se inspiran en lo árabe, o pensar en el burka cuando se ven piernas y pechos de las modelos, y de fondo se oye algo sensual (nada más alejado de los talibanes), es obsesionarse. En cambio, se ha juzgado y condenado a lapidación, al mejor estilo musulmán, a un diseñador culto y trasgresor.- Teresa Tovar López-Aranguren. Madrid.

El señor David Delfín, perpetrador del desfile de las modelos encapuchadas a lo talibán, dice ahora que se hace de 'algo creativo algo político', y se pertrecha en que lo suyo es cultura (y no lo que ustedes, malvados plumillas, han contado de su magna obra, desprestigiándola). Si de verdad este individuo perteneciera al mundo de la cultura, sabría que todo lo creativo es político, y que castrar la mirada y mutilar el cuerpo de las mujeres es fascismo, misoginia y oprobio, porque llena la plaza pública de las imágenes que desean hacer reales quienes quieren reducirlas a la condición de objetos. Simplemente, Delfín ha mostrado lo que en verdad piensa y siente. Como tantos otros hombres. Informan de sus actitudes y explicaciones en la sección de Cultura. A los lectores que no somos tan modernos, nos gustaría no verlo.-

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