Afganistán llora a Massud, asesinado hace un año

Soldados y civiles afganos se quitaron ayer la armadura y lloraron la muerte, hace un año, de su dirigente más preciado: el comandante Ahmed Shah Massud. El comandante tayiko, que en vida reunió a las etnias pastún, hazara y tayika para luchar contra los talibanes, fue asesinado el 9 de septiembre de 2001 por dos hombres que se hicieron pasar por periodistas.

Ayer, 10.000 personas llenaron el Estadio Olímpico de Kabul para recordarlo. Entre ellos estaba su hijo Ahmad, que a diferencia de los largos discursos de los funcionarios de Gobierno, en pocas palabras y con autoridad adulta desta...

Soldados y civiles afganos se quitaron ayer la armadura y lloraron la muerte, hace un año, de su dirigente más preciado: el comandante Ahmed Shah Massud. El comandante tayiko, que en vida reunió a las etnias pastún, hazara y tayika para luchar contra los talibanes, fue asesinado el 9 de septiembre de 2001 por dos hombres que se hicieron pasar por periodistas.

Ayer, 10.000 personas llenaron el Estadio Olímpico de Kabul para recordarlo. Entre ellos estaba su hijo Ahmad, que a diferencia de los largos discursos de los funcionarios de Gobierno, en pocas palabras y con autoridad adulta destacó la esencia de la lucha de su padre.

'Nosotros le pedimos a mi padre que descansara porque trabajaba sin parar, pero él decía que no descansaría hasta terminar con los terroristas como Al Qaeda y hasta que Afganistán volviera a ser libre', dijo con gran energía Ahmad, a sus 13 años de edad. El pequeño mencionó que él y su padre no aman la guerra. 'Pero si los terroristas vienen a Afganistán, yo seré el primero en salir a combatirlos'.

Protegido del sol con una sombrilla y con un guardia a su lado, antes de iniciar su breve discurso, cuestionó tres veces: '¿Ustedes aman a Massud?'. 'Sí, sí, sí', gritaron los presentes puestos de pie y levantando la mano derecha con el puño cerrado.

Karzai, ausente

Todos los ministros del nuevo Gobierno de Afganistán asistieron y también invitados extranjeros, quienes durante cuatro horas escucharon los discursos, poemas y oraciones en el nombre de Massud. El gran ausente era el presidente Hamir Karzai, quien se encontraba de viaje rumbo a EE UU para estar presente el 11 de septiembre en la ceremonia de Nueva York.

Para finalizar, ministros e invitados especiales, y soldados que combatieron con Massud, desfilaron en grupos sobre una larga alfombra roja que atravesaba el campo para depositar una corona de flores artificiales en un altar con retratos del comandante.