Fiestas de Amurrio
Recién acabadas la fiestas de Amurrio me gustaría hacer unos comentarios sobre ellas. Durante los últimos siete años he sido responsable de El Boli, una de las cuadrillas que ambientan las calles de Amurrio durante sus fiestas. Año tras año, y ya van demasiados, se dan actos durante las fiestas en los cuales miembros de El Boli nos vemos amenazados. Actos de alto contenido mafioso y de chulería, no relacionados con cuestiones de tipo político, y que año tras año realizan los responsables de la cuadrilla Euskotarrak.
Me entristece tener que contar estas cosas, pero este año, el pasado vi...
Recién acabadas la fiestas de Amurrio me gustaría hacer unos comentarios sobre ellas. Durante los últimos siete años he sido responsable de El Boli, una de las cuadrillas que ambientan las calles de Amurrio durante sus fiestas. Año tras año, y ya van demasiados, se dan actos durante las fiestas en los cuales miembros de El Boli nos vemos amenazados. Actos de alto contenido mafioso y de chulería, no relacionados con cuestiones de tipo político, y que año tras año realizan los responsables de la cuadrilla Euskotarrak.
Me entristece tener que contar estas cosas, pero este año, el pasado viernes 16 de agosto, las fiestas de Amurrio vivieron uno de esos tristes momentos que la gente nunca llega a conocer. Tras finalizar el tradicional desfile de carrozas de las cuadrillas, y tras un acto deplorable protagonizado por tres individuos vestidos de El Boli, en el cual no estuvo involucrada ninguna persona de responsabilidad de mi cuadrilla, los responsables de Euskotarrak no tuvieron nada mejor que amenazarme con palabras insultantes, así como amedrentar a la nueva responsable de El Boli, de tan solo de 17 años, entre otras actitudes reprobables.
Lo más triste de todo es que, por encima de estos hechos, la cuadrilla Euskotarrak ganó el concurso de carrozas. Conste que mi intención no es desposeerles de este premio, sino dar a conocer al pueblo de Amurrio la realidad de estos actos. Actos de la cuadrilla Euskotarrak como el que acabo de narrar no son desconocidos en los últimos años, ya que el pasado año yo mismo sufrí el acoso de esta cuadrilla, que se extendió durante dos días hasta que decidí no volver a salir durante las fiesta. Igualmente serio fue un acto realizado hace dos años, en el cual el pueblo apareció llena de pintadas amenazantes a concejales e indirectamente a gente que en esos momentos éramos responsables del resto de cuadrillas.
Todos los hechos narrados nunca han sido criticados por el Ayuntamiento de Amurrio, sino que se ha hecho la vista gorda una y otra vez, mientras que a otras cuadrillas del pueblo no ha hecho más que tratarlas de un modo despectivo. Con esta carta solo busco que el pueblo de Amurrio conozca una realidad que ni el Ayuntamiento ni los medios de comunicación dan nunca a conocer.