Tribuna:Inversión | CONSULTORIO

Nuevas reglas

Nadie duda que el efecto de la fiscalidad sobre los rendimientos obtenidos por los particulares que invierten en productos financieros es un componente muy relevante en la toma de decisiones de ahorro e inversión.

También es un hecho demostrado que la 'volatilidad' fiscal que el inversor viene sufriendo desde hace años -medida en el número y alcance de las sucesivas variaciones normativas sobre la fiscalidad del ahorro y la inversión que han sido aprobadas por todos los gobiernos elegidos-, ha conseguido generar una cierta inseguridad jurídica. Esta 'orgía' regulatoria provoca, además, ...

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Nadie duda que el efecto de la fiscalidad sobre los rendimientos obtenidos por los particulares que invierten en productos financieros es un componente muy relevante en la toma de decisiones de ahorro e inversión.

También es un hecho demostrado que la 'volatilidad' fiscal que el inversor viene sufriendo desde hace años -medida en el número y alcance de las sucesivas variaciones normativas sobre la fiscalidad del ahorro y la inversión que han sido aprobadas por todos los gobiernos elegidos-, ha conseguido generar una cierta inseguridad jurídica. Esta 'orgía' regulatoria provoca, además, que aquellas posiciones y decisiones de inversión definidas atendiendo a las reglas de juego de un esquema fiscal concreto no sean válidas, en la mayoría de las ocasiones, para los sucesivos esquemas de tributación que se implanten.

Los continuos cambios normativos sobre la fiscalidad de las inversiones crea una cierta inseguridad jurídica

En este curso, y como viene siendo habitual, ya tenemos a la vista un nuevo cambio de normativa para activos financieros y productos de ahorro e inversión en general. En concreto, el proyecto de Ley de Reforma parcial del IRPF presentado por el Gobierno -y actualmente en trámite parlamentario- modifica el esquema actual de tributación de los activos financieros en tres vertientes muy definidas:

Por un lado, y a partir de 1-1-2003, un inversor podrá modificar sus posiciones entre fondos de inversión sin tener que asumir un peaje fiscal por las plusvalías generadas. Por otro lado, los beneficios fiscales aplicables a la mayoría de los productos se incrementan y su aplicación -aunque hay particularidades- se adelanta en el tiempo. Finalmente, aparecen nuevas figuras, caso de los planes de previsión asegurados, que jugarán sin duda un papel determinante a la hora de asignar recursos destinados a la previsión a largo plazo.

Estas medidas, junto con otras que, por razones de espacio, se quedan en el tintero, dibujan un esquema de tributación diferente, en el que será necesario aplicar nuevas reglas para planificar el timing y la composición de una estrategia de inversión.

Alfonso Amor y Amadeo Reynés son miembros de AFInet (Grupo Analistas).

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