OPINIÓN DEL LECTOR

Voluntad

Cuando pensamos en héroes nuestra imaginación, automáticamente, proyecta imágenes hermosas, cualidades intrínsecas de fuerza y poder. Nunca se nos ocurre pensar en que actos sencillos y cotidianos para unas personas puedan necesitar de esfuerzos titánicos para otras.

El pasado 24 de junio ocho personas afectadas de esclerosis lateral amiotrófica (Adela) emprendieron una pequeña aventura que podía ser tan grande como el ansia de sus protagonistas por integrarse en un mundo hecho a medida de los que no tienen problemas físicos ni psíquicos. La asociación Adela-Comunidad Valenciana propu...

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Cuando pensamos en héroes nuestra imaginación, automáticamente, proyecta imágenes hermosas, cualidades intrínsecas de fuerza y poder. Nunca se nos ocurre pensar en que actos sencillos y cotidianos para unas personas puedan necesitar de esfuerzos titánicos para otras.

El pasado 24 de junio ocho personas afectadas de esclerosis lateral amiotrófica (Adela) emprendieron una pequeña aventura que podía ser tan grande como el ansia de sus protagonistas por integrarse en un mundo hecho a medida de los que no tienen problemas físicos ni psíquicos. La asociación Adela-Comunidad Valenciana propuso esta aventura para grandes discapacitados, y siempre estuvo en nuestros corazones la esperanza de llegar y la duda de conseguirlo. Durante ocho días hemos recorrido los 120 kilómetros que separan Sarria de Santiago de Compostela, a pie, tirando de las sillas de ruedas. 25 voluntarios hemos contribuido a que los sueños se conviertan en realidad. Hemos compartido esperanzas, dudas, albergues y dificultades, muchas para las sillas de ruedas, y todo un mundo de vivencias reservadas para aquellos que tienen dos piernas andarinas. Ante el asombro de los caminantes llegamos a Santiago sin más problemas que los propios del camino. El santo no hizo ningún milagro, pero la voluntad humana todos los días realiza millones de milagros anónimos. Desde esa carta, Adela da las gracias a todos los peregrinos que en algún momento nos ayudaron a cruzar tramos muy difíciles para las sillas. Gracias a todos por contribuir al milagro de la vida.

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