OPINIÓN DEL LECTOR

Hijos de 'pííí'

Al contrario que a la autora del artículo Hijos de pííí, Ruth Toledano, mi libro de estilo no me prohíbe llenar estas líneas de insultos; no obstante, al igual que ella, tampoco incluiré ninguno. Los que no habitamos los selectos barrios donde se ubican los supermercados Sánchez Romero, sino que nos vemos abocados, por suerte o por desgracia, a residir en los no tan selectos barrios de sur de Madrid, sí compartimos acera con los que la ilustrada entrevistadora denomina 'raros'.

Al igual que los 'raros', los puede que más raros todavía, como el que suscribe, debemos frecuen...

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Al contrario que a la autora del artículo Hijos de pííí, Ruth Toledano, mi libro de estilo no me prohíbe llenar estas líneas de insultos; no obstante, al igual que ella, tampoco incluiré ninguno. Los que no habitamos los selectos barrios donde se ubican los supermercados Sánchez Romero, sino que nos vemos abocados, por suerte o por desgracia, a residir en los no tan selectos barrios de sur de Madrid, sí compartimos acera con los que la ilustrada entrevistadora denomina 'raros'.

Al igual que los 'raros', los puede que más raros todavía, como el que suscribe, debemos frecuentar los menos glamurosos Alcampos y Carrefoures, donde, también por suerte o por desgracia, seguimos compartiendo pasillos con los 'raros'.

Estoy seguro de que alguna vez me ha atendido un trabajador con granos o con los dientes demasiado grandes, doy fe de que me ha atendido alguna fea y, a pesar de que mis inexistentes poderes extrasensoriales me impiden recordar si me ha atendido alguna separada de 26 años, quiero creer que sí. Sí recuerdo que los carritos chirrían y que es imposible mantener su trayectoria en línea recta, pero, a pesar de no tener el cerebro tan agotado por el esfuerzo de llevar a buen puerto un master en marketing, como la ilustrada entrevistadora, no recuerdo ninguna ocasión en que me haya atendido un gitano, una cubana con bigote o un clon de Pancho Villa.

Lo que la pija no recordó es que Pascual Duarte también tuvo buenos momentos, como cuando nació su hijo, Pascualillo, o cuando vio por primera vez el mar, y estoy seguro de que Eva tiene momentos de felicidad. Para seguir con símiles literarios, la pija debería estudiar la comparativa entre su trabajo de selección y Un mundo feliz. Tampoco recuerdo que Aldous Huxley se estudiase en la ESO, pero más de un selector de personal debería hacerlo.

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