Los Reyes viajan a Eslovenia y Eslovaquia, candidatos a la UE
Don Juan Carlos conocerá de primera mano los problemas de la ampliación europea
Los reyes Juan Carlos y Sofía llegaron anoche a Bratislava para iniciar hoy una gira por dos países candidatos a ingresar en la UE en el año 2004 -Eslovenia y Eslovaquia-, precisamente cuando algunos de los principales posibles nuevos socios han decidido unir fuerzas para evitar que la Unión les imponga condiciones inaceptables en la recta final de las negociaciones. Eslovaquia es uno de ellos. Los Reyes tratarán de potenciar, además, las relaciones de España con una zona llamada a ser clave para el crecimiento económico de Europa.
Los candidatos no están, sin embargo, dispuestos vender...
Los reyes Juan Carlos y Sofía llegaron anoche a Bratislava para iniciar hoy una gira por dos países candidatos a ingresar en la UE en el año 2004 -Eslovenia y Eslovaquia-, precisamente cuando algunos de los principales posibles nuevos socios han decidido unir fuerzas para evitar que la Unión les imponga condiciones inaceptables en la recta final de las negociaciones. Eslovaquia es uno de ellos. Los Reyes tratarán de potenciar, además, las relaciones de España con una zona llamada a ser clave para el crecimiento económico de Europa.
Los candidatos no están, sin embargo, dispuestos vender a precio de saldo la piel de una ampliación que para la UE actual representa la operación política más importante de su historia tras su propia fundación, en la medida en que significará la consolidación estructural de la paz en el continente tras siglos de guerras.
Los primeros ministros de Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia se reunieron, en efecto, el pasado fin de semana en la localidad húngara de Esztergom y acordaron actuar con una sola voz en este tramo final de las negociaciones para que ninguno de los candidatos acepte que se le imponga ingresar como contribuyente neto a las arcas de Bruselas.
El acuerdo de los cuatro, razonablemente convencidos de que la ampliación no podrá llevarse a cabo sin su concurso, representa una dificultad adicional para Dinamarca, que heredó ayer mismo la presidencia de la UE de manos de España con legados tan indeseables como el de la fijación de las ayudas directas a la agricultura de los nuevos socios. Alemania y otros países se muestran decididos a negar tales ayudas. Los candidatos han hecho del tema un casus belli con el argumento de que no entrarán en una Unión que les imponga condiciones inferiores a las de los socios actuales.
Don Juan Carlos será el primero en conocer hoy en detalle la nueva campaña de los candidatos acordada el pasado fin de semana, por boca del presidente eslovaco, Rudoplh Schuster, y de su primer ministro, Mikulas Dzurinda.
En Eslovaquia, los Reyes inaugurarán el martes una exposición del escultor Martín Chirino y presidirán el miércoles la inauguración de un foro empresarial hispano-eslovaco con la idea de incrementar las modestas relaciones económicas bilaterales.
El actual Gobierno democristiano eslovaco está, por su parte, deseoso de oír buenas noticias sobre la ampliación que le permitan conjurar un eventual retorno de Vladímir Meciar tras la elecciones previstas para el próximo mes de octubre. La vuelta del dirigente ultranacionalista devolvería al país al clima sombrío de los años posteriores a la escisión de la antigua Checoslovaquia, en 1993, y haría probablemente que la ampliación se viera privada de un candidato significativo.
También Eslovenia ansía noticias positivas sobre su ingreso en la UE y sobre su candidatura a miembro de la OTAN, que sigue sin recibir satisfacción a pesar de que en el primer país surgido de la antigua Yugoslavia nunca se ha manifestado la resistencia antiatlántica registrada en Eslovaquia.
Don Juan Carlos firmará en Liubliana un acuerdo para crear la primera Aula Cervantes en Eslovenia, impulsando las relaciones culturales hacia nivel de unos intercambios económicos que, aun siendo muy modestos, son de los más activos que España registra en esta zona.
La gira iniciada anoche marca las primera visitas de los monarcas españoles a estos países y la primera salida internacional de los Reyes tras la pausa que, para no quitar protagonismo al Gobierno, impuso la presidencia europea.