Crítica:ÓPERA

Todo es posible en Granada

El patio del palacio de Carlos V de la Alhambra es un desafío de mucho calibre para un director escénico de ópera. Kupfer y sus colaboradores resuelven Fidelio prescindiendo de escenografías añadidas y utilizando los imponentes valores expresivos de la propia arquitectura del edificio y sus dos niveles de galerías. Ello, unido a la dimensión conceptual, claro, que se desprende de centrar la acción entre el ensayo y la ilusión de la representación. Kupfer despliega sus juegos de sugerencias intelectuales y plásticas, y los enfatiza con una utilización absolutamente magistral de la ilumin...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El patio del palacio de Carlos V de la Alhambra es un desafío de mucho calibre para un director escénico de ópera. Kupfer y sus colaboradores resuelven Fidelio prescindiendo de escenografías añadidas y utilizando los imponentes valores expresivos de la propia arquitectura del edificio y sus dos niveles de galerías. Ello, unido a la dimensión conceptual, claro, que se desprende de centrar la acción entre el ensayo y la ilusión de la representación. Kupfer despliega sus juegos de sugerencias intelectuales y plásticas, y los enfatiza con una utilización absolutamente magistral de la iluminación. Los movimientos en círculo de los presos, que permiten alusiones a Genovés, o la poesía de las macetas, o el gesto teatral de los personajes, van definiendo un espectáculo que se eleva por el equilibrio de una magnífica dirección musical del berlinés Sebastian Weigle, al frente de una inspirada Orquesta Ciudad de Granada. Está además el lujo añadido de una actuación memorable del Coro de la Generalitat Valenciana que dirige Francisco Perales. Después de una plana y poco atractiva obertura, el trabajo de Weigle fue a más y más, primero apoyándose y extrayendo un sonido tan bello como dramático de la cuerda baja, y posteriormente conformando una lectura unitaria.

Fidelio

De Beethoven. Director musical: Sebastián Weigle. Director de escena: Harry Kupfer. Producción de la Komische Oper Berlin. Palacio de Carlos V, Granada, 26 de junio.

Las desigualdades caracterizaron el reparto vocal. Nadine Secunde no alcanzó, ni de lejos, el excelente nivel de su reciente Lady Macbeth de Msenk en el Liceo de Barcelona. Bien es verdad que Beethoven es inmisericorde con las voces, pero su Leonore careció de sutileza, incluso de definición. Siegel comenzó su actuación de Florestán en el límite del abismo aunque luego se vino arriba gracias a su elogiable voluntarismo. En líneas generales, todo fue más o menos correcto vocalmente pero sin alcanzar el nivel artístico marcado por las direcciones musical y escénica.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En