103 años para el etarra Urrusolo por el ataque contra un cuartel en Torremolinos

José Luis Urrusolo Sistiaga, Langile, histórico dirigente de ETA y uno de los más escurridizos de la banda, fue condenado ayer a 103 años de prisión por su intervención en el atentado con coche bomba contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Torremolinos (Málaga) el 16 de abril de 1991, en el que cuatro personas resultaron heridas de consideración.

Aunque Urrusolo no fue la persona que confeccionó el artefacto explosivo, ni la que estacionó el coche bomba en la intersección de las calles que daban a dos de las fachadas de la casa-cuartel, la sentencia le considera autor por c...

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José Luis Urrusolo Sistiaga, Langile, histórico dirigente de ETA y uno de los más escurridizos de la banda, fue condenado ayer a 103 años de prisión por su intervención en el atentado con coche bomba contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Torremolinos (Málaga) el 16 de abril de 1991, en el que cuatro personas resultaron heridas de consideración.

Aunque Urrusolo no fue la persona que confeccionó el artefacto explosivo, ni la que estacionó el coche bomba en la intersección de las calles que daban a dos de las fachadas de la casa-cuartel, la sentencia le considera autor por cooperación necesaria en cuatro delitos de asesinato frustrado y un delito de estragos, pues, según el tribunal, el terrorista realizó una inspección ocular de la zona y confeccionó un croquis muy detallado que fue utilizado por los autores del atentado. Urrusolo, según la sentencia, 'ayudó a la ejecución del hecho con actos que, atendiendo al caso concreto, deben ser reputados de imprescindibles'.

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El coche bomba contenía 40 kilos de explosivos por lo que la sentencia declara que la carga 'iba dirigida a causar la muerte de los moradores de la casa-cuartel'.

Juicios pendientes

Urrusolo, que fue entregado por Francia en 2001 tras cumplir una condena de seis años por asociación de malhechores con fines terroristas, tiene en España un largo rosario de juicios pendientes por su intervención en numerosas acciones terroristas durante su etapa al frente de varios comandos de ETA.

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En marzo de este año ya fue condenado a 10 años y seis meses de prisión por delitos de tenencia de explosivos y utilización ilegítima de vehículo a motor, por haber dejado abandonado un coche cargado con 50 kilos de explosivos en Zaragoza el 23 de octubre de 1991, cuando viajaba en compañía de Idoia López Riaño, Tigresa. Era la primera condena contra Urrusolo, de 44 años, dictada por la Audiencia Nacional. A partir de ahora, las nuevas penas le saldrán gratis, puesto que ya ha superado los 30 años de condena -aunque todavía no es firme- el máximo periodo de prisión previsto en la legislación española.

Precisamente hoy, Idoia López Riaño, la compañera de Urrusolo en esa acción, será juzgada en la Audiencia Nacional por su participación con otros integrantes del comando Madrid en el atentado, el 17 de junio de 1986, en el que perdieron la vida el teniente coronel Carlos Vesteiro, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas y el soldado conductor Francisco Casillas Martín. El fiscal solicita para ella 57 años de cárcel, 29 por cada asesinato.

La Audiencia Nacional ya condenó en 1989 a otros miembros del comando Madrid que participaron en la acción.

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