CARTAS AL DIRECTOR

La situación en Sanlúcar

Le remito la presente a nombre de mi cliente Don José Luis Gómez Cuadrado y al amparo de lo que establece el artículo 1 y siguientes de la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de Marzo, reguladora del derecho de rectificación.

Tanto en la portada como en la página 21 de EL PAÍS, correspondiente al domingo 2 de junio de 2002, se publicó un artículo titulado La corrupción y las drogas se apoderan de Sanlúcar. En el interior de dicho artículo, firmado por D. Luis Gómez, se contenían las siguientes frases: 'Esa realidad es que el narcotráfico forma parte de la vida cotidiana del pueblo. Todo s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Le remito la presente a nombre de mi cliente Don José Luis Gómez Cuadrado y al amparo de lo que establece el artículo 1 y siguientes de la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de Marzo, reguladora del derecho de rectificación.

Tanto en la portada como en la página 21 de EL PAÍS, correspondiente al domingo 2 de junio de 2002, se publicó un artículo titulado La corrupción y las drogas se apoderan de Sanlúcar. En el interior de dicho artículo, firmado por D. Luis Gómez, se contenían las siguientes frases: 'Esa realidad es que el narcotráfico forma parte de la vida cotidiana del pueblo. Todo se sabe. ¿No hizo El Lecherito de Rey Mago en la Cabalgata? Y El Lecherito es un narco...'.

Dicha información es falsa, es indigna de un medio como EL PAÍS y ha irrogado a mi cliente un daño irreparable, tanto en el ámbito familiar, como social, como económico. D. José Luis Gómez Cuadrado, a quien en Sanlúcar de Barrameda se le conoce con el apodo o alias mencionado en dicho artículo debido a la vaquería que era el antiguo negocio familiar, y que tuvo el honor de ser Rey Mago en tal ciudad en la pasada cabalgata de Reyes, no es evidentemente un narcotraficante. Es una persona honrada, que tiene tres hijos y que, como puede comprobar cualquiera que se preocupe en indagarlo, es propietario de dos empresas de construcción que le permiten vivir desahogadamente. Jamás ha tenido problemas con la Justicia, y mucho menos por el execrable delito contra la salud pública que en el repetido artículo se le imputa.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Por tanto, y sin perjuicio del derecho de mi cliente a utilizar los medios que la Ley le concede para salvaguardar su honor y su dignidad, le remito la presente para que, conforme establece la citada Ley 2/1984, proceda a publicar íntegramente esta rectificación con relevancia semejante a la información que le da origen.

Archivado En