La Reina, Zaplana y la placa de quita y pon

Julio de España ha cambiado el nombre de Eduardo Zaplana por el de doña Sofía en la placa de inauguración del Museo Arqueológico de Alicante. Pero como el presidente de la Diputación alicantina es un hombre disciplinado, de partido y, sobre todo, de Zaplana, el museo tendrá muy pronto dos insignias, una la que ayer descubrió su majestad y otra la que destapó el jefe del Consell en septiembre de 2000, cuando el museo abrió sus puertas a medio hacer.

Así que el Arqueológico tendrá dos placas. Dos que podrían haber sido tres de haber fructificado la gestión que el político alicantino inici...

Julio de España ha cambiado el nombre de Eduardo Zaplana por el de doña Sofía en la placa de inauguración del Museo Arqueológico de Alicante. Pero como el presidente de la Diputación alicantina es un hombre disciplinado, de partido y, sobre todo, de Zaplana, el museo tendrá muy pronto dos insignias, una la que ayer descubrió su majestad y otra la que destapó el jefe del Consell en septiembre de 2000, cuando el museo abrió sus puertas a medio hacer.

Así que el Arqueológico tendrá dos placas. Dos que podrían haber sido tres de haber fructificado la gestión que el político alicantino inició con Harrison Ford, para que Indiana Jones deslumbrara en los fastos de la conmemoración.

La visita de doña Sofía causó expectación en Alicante. Ataviada con un conjunto de falda y chaqueta de color ocre, la Reina fue recibida en la antesala del museo arqueológico por un grupo de bailarines que le dio la bienvenida con unas danzas prehistóricas.Una vez en el interior del museo, la visita prevista en un principio para una hora se prolongó una hora más. 'La reina estaba encantada y muy interesada en todo lo que ha visto', comentó el presidente de la Generalitat.

La Reina rechazó un reservado en un restaurante para sentarse con los clientes

A la salida, la Reina se saltó el protocolo y saludó a los vecinos que aguardaban con paciencia para poder estrechar su mano. Venga a lo que venga, siempre que su majestad visita Alicante hace un alto en el camino para descansar o reponer fuerzas en el hotel Meliá. Una paella de arroz con verdura y mariscos, acompañada de unos aperitivos y seguida de una ensalada de frutas frescas y helado. Antes de degustar estos platos en uno de los restaurantes del hotel, la Reina hizo gala de su sencillez y solicitó que la situaran junto con una sorprendida clientela. Ésta percibió el detalle y rompió en aplausos.

Luego continuó el protocolo en una residencia de autistas en el barrio alicantino de San Blas. Allí entregó cinturones de yudo a 16 internos. ¿Y qué tiene que ver el yudo con el autismo? En esa residencia se lleva a cabo un proyecto pionero impulsado por la campeona olímpica de yudo, la alicantina Isabel Fernández, porque parece demostrado que esa disciplina deportiva de contacto físico favorece la integración social de los autistas. La Reina salió del centro con un cinturón negro que le impuso la federación española de yudo.

El paso de su majestad por la provincia concluyó en Benimantell (Marina Baixa), donde se encuentra el único centro de España de recuperación de animales en cautividad. La Reina, gran amante de los animales, jugueteó con un par de crías de mapache durante el recorrido por el albergue, dedicado a curar animales salvajes heridos.