Doblete electoral en Castellón

Desde las primeras elecciones a rector, la Universitat Jaume I de Castellón no había tenido dos candidatos que pugnaran por el puesto. Este año, con la aprobación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU), el rector, Francisco Toledo, no quiso prolongar un periodo de espera que incluía elecciones a claustro constituyente y las consiguientes adaptaciones a la nueva ley. Así que, no sólo convocó, de manera inmediata, las pertinentes y perceptivas elecciones claustrales, sino que adelantó casi tres años la del rector, que se celebrarán el día 29. Se trataba de no dar alas a quien, eventual...

Desde las primeras elecciones a rector, la Universitat Jaume I de Castellón no había tenido dos candidatos que pugnaran por el puesto. Este año, con la aprobación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU), el rector, Francisco Toledo, no quiso prolongar un periodo de espera que incluía elecciones a claustro constituyente y las consiguientes adaptaciones a la nueva ley. Así que, no sólo convocó, de manera inmediata, las pertinentes y perceptivas elecciones claustrales, sino que adelantó casi tres años la del rector, que se celebrarán el día 29. Se trataba de no dar alas a quien, eventualmente, pudiera achacarle el ocupar el cargo a partir de una ley no vigente (su mandato salió de las urnas al amparo de la extinta Ley de Reforma Universitaria) o encontrarse con un claustro disonante.

Toledo: 'Creo que mi oponente no ha logrado plantear un proyecto alternativo'

Escribano: 'Mi programa es menos institucional, más ideológico y concreto'

El hecho es que con los resultados obtenidos hace un año, Toledo optaba tranquilo a la reeleción. Sin embargo, para sorpresa de muchos y satisfacción de otros tantos, una de las cinco catedráticas de la universidad castellonense, Purificación Escribano, anunció su intención de presentarse a las elecciones. Al principio, la existencia de dos candidatos produjo ciertas 'risas'. Sin embargo, el hecho es que ambos han hecho campaña y esto ha servido, al menos, para que en la comunidad universitaria se hable de unas elecciones que no suelen contar con la acogida que unos comicios provocan en otros ámbitos.

Francisco Toledo surgió del equipo rectoral de Fernando Romero, cuando todos y todo le apuntaban ya como sucesor del catedrático de Ingeniería. Su apuesta fue clara y el apoyo conseguido, mayoritario. Sin embargo, incluso quienes votaron por él entonces, no entendieron ni compartieron su elección sobre los miembros del equipo de gobierno. Ahora, Toledo, tal como apunta en la presentación de su programa, considera que, pese a la valoración positiva del estado de la universidad, 'hay muchas cosas que pueden mejorar'.

Por su parte, Escribano, en su presentación, indica que el motivo para presentar su candidatura responde a la necesidad de evitar que el impulso inicial que propició la creación de la universidad se diluya en una inercia rutinaria 'que merme la eficacia, la ilusión y la participación que resultan imprescindibles para superar con éxito los retos que nos aguardan'.

A lo que ambos han de enfrentarse es a la realidad de una universidad inacabada, con grandes proyectos, pero con el mismo problema de financiación que otros centros. Además, será necesaria la reforma de los estatutos y la adaptación de la estuctura de la Jaume I a la LOU. En respuesta a un cuestionario común, los dos candidatos definen su postura acerca de cuestiones significativas que afectan a la universidad de Castellón.

Pregunta. ¿Qué destacaría de su programa?

Francisco Toledo. Sus apuestas decididas por mejorar la calidad educativa, por la investigación básica y aplicada, por equilibrar dedicación docente e investigadora, por la implicación con el entorno, por fomentar el uso del valenciano, por planificar el desarrollo profesional de PDI y PAS. Y la multitud de propuestas que tienen que ver con el estudiantado, entre otros.

Purificación Escribano. La voluntad de aplicar los principios de transparencia y la eficacia. La transparencia en la gestión es el requisito para que la gente asuma la universidad como algo propio, se implique y participe; mientras que la eficacia es el medio indispensable para optimizar los recursos y lograr calidad como meta. El compromiso social es también un fin en sí mismo.

P. ¿Qué lo diferencia del de su oponente?

F. T. Creo que mi oponente no ha conseguido plantear un proyecto alternativo al que hace un año planteamos y ahora hemos extendido. Pero la gran diferencia es la transparencia de nuestra propuesta: un programa integrador que involucra activamente a más de 150 personas. Entendemos que el voto requiere conocer las ideas y las personas que las defenderán desde el claustro y al equipo Rectoral.

P. E. Digamos que es menos institucional. Más ideológico pero también más concreto. Hay que empezar por mejorar las condiciones de trabajo y de estudio de nuestros colectivos (Personal de Administración y Servicios, estudiantes, profesorado) y dar una pronta respuesta a las exigencias del día a día. Me preocupa que las grandes acciones arrinconen las medidas concretas que mejoran la vida diaria.

P. ¿Qué destacaría del otro candidato?

F. T. Evidentemente sólo me cabe destacar lo positivo: Que en su ámbito es una persona trabajadora y una buena investigadora, como afortunadamente tenemos bastantes en la Jaume I. Una persona inquieta y preocupada por problemas que incluso trascienden el mundo universitario pero en los que debemos involucrarnos como referente crítico.

P. E. El gran conocimiento del entramado universitario que ha acumulado en su dilatado ejercicio en puestos de responsabilidad. También su asombrosa capacidad para aunar intereses y voluntades aparentemente dispares.

P. La experiencia, ¿es un grado?

F.T. Sí, pero sólo si viene avalada por unos resultados positivos. En el mundo académico, en cada ámbito, el curriculum es el referente principal de una persona, pero no cuenta el tiempo que estás haciendo algo, sino lo que has hecho, las cosas que has completado satisfactoriamente, a veces superando situaciones difíciles o errores de partida.

P. E. El conocimiento del engranaje institucional facilita inicialmente la tarea, pero se debe evitar que la experiencia se convierta en inercia. La experiencia es un instrumento valioso, un medio. Pero son los principios y la claridad de objetivos los que deben marcar el rumbo mientras el viento de la ilusión impulsa la nave.

P. ¿'Acogería' a su oponente en su equipo de gobierno?

F. T. En un equipo uno se compromete con quienes se comprometen con él, con quienes nos involucramos en un proyecto común. Dentro de las personas que lo han hecho en estas elecciones, hay muchas con capacidad y sensibilidad para estar en un equipo rectoral. Escribano, hoy por hoy, no está entre esas personas por voluntad propia, por que ha optado por desmarcarse de un proyecto colectivo.

P. E. No creo que fuese una decisión coherente con los motivos que me han impulsado a presentar mi candidatura a rectora; a saber: ofrecer a la comunidad universitaria la posibilidad de poder elegir entre dos modelos de universidad, así como una forma diferente de gestionarla.

P. ¿Qué falta a la Jaume I para que la sociedad de Castellón la crea?

F. T. Esta universidad ha sido un logro de la sociedad de Castellón y opino que no sólo la cree, sino que la reconoce y apoya permanentemente. Pero es cierto que existe una cierta 'distancia psicológica' que hay que superar haciendo que, por ejemplo, la gente conozca más de cerca la universidad, que el ambiente estudiantil se note en la ciudad, que haya una mayor vida cultural, etcétera.

P. E. Yo creo que la sociedad de Castellón sí considera 'suya' a la Universitat Jaume I. La mayoría de la gente ve en ella un elemento dinamizador a nivel tecnológico y cultural de la provincia de Castellón. Por su parte, la universidad sabe que el futuro pasa por abrirse cada vez más a la sociedad de la que forma parte. Cabe esperar que la imbricación entre la universidad y la sociedad crezca con el tiempo.

P. ¿Cuál es el punto más vulnerable de la Jaume I?

P. T. Hoy por hoy, su tamaño, que a su vez le aporta ventajas de cercanía entre las personas, agilidad en la gestión, etc. La UJI es grande en comparación con universidades de otros países, pero en el nuestro es pequeña, y la financiación directamente proporcional al tamaño, como lo es ahora, no tiene en cuenta que los costes no son proporcionales. No queremos ser grandes, pero sí cambiar eso.

P. E. El elevado número de profesores contratados en una situación de precariedad laboral. La masificación en las aulas de algunas titulaciones. Y la baja representación de las mujeres en los puestos de responsabilidad. En la medida en que corrijamos esas deficiencias concretas y graves estaremos aumentando la calidad y la equidad de la institución universitaria.

P. ¿Y el más sobresaliente?

F. T. Para mí sus personas, que tienen un elevado grado de compromiso institucional, que a su trabajo cotidiano además aportan mayoritariamente su capacidad y buen hacer cuando se necesita, su actitud de crítica constructiva, y que mantienen un buen clima de trabajo interno. Todo ello es necesario para poder construir sólida y eficazmente una universidad de calidad, tolerante y solidaria.

P. E. El factor humano y el tamaño de la universidad. La UJI aún conserva una dimensión a escala humana que debería permitir una mayor fluidez de relaciones entre los diferentes colectivos (estudiantes, PAS, profesorado). Además, el disponer de un campus único en el que convergen estudiantes de diferentes facultades contribuye a la comunicación cultural y a superar la escisión entre las dos culturas (ciencias/letras).

P. ¿Es la universidad un centro de 'progres trasnochados'?

P. T. No. Precisamente si peca de algo la universidad española es que cada vez está perdiendo más su papel social de referente crítico y eso es algo que no es bueno, que nos deberíamos esforzar en mejorar, por que a la larga la sociedad nos lo reclamará.

P. E. Afortunadamente, la situación de la sociedad española ya no es la misma que a principios de los setenta. Sin embargo, si por progresismo se entiende la acción de una conciencia crítica y solidaria, no creo que se lo pueda tildar de 'trasnochado'. De cualquier modo es una expresión inadecuada y poco inteligente.