Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Electricidad europea

Desde comienzos del pasado mes de marzo, está en vigor el sistema de tarificación transitorio para los intercambios de electricidad entre los países de la Unión Europea continental (sin Dinamarca y Luxemburgo), más Suiza, diseñado por la ETSO (Organización de Operadores de los Sistemas Europeos), y que en el ejercicio de 2003 será sustituido por un procedimiento definitivo de tarificación.

El objetivo del sistema es sufragar los costes generados por los tránsitos de energía en redes fuera del ámbito doméstico. Estos costes son especialmente importantes en determinados países, cuyo empla...

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Desde comienzos del pasado mes de marzo, está en vigor el sistema de tarificación transitorio para los intercambios de electricidad entre los países de la Unión Europea continental (sin Dinamarca y Luxemburgo), más Suiza, diseñado por la ETSO (Organización de Operadores de los Sistemas Europeos), y que en el ejercicio de 2003 será sustituido por un procedimiento definitivo de tarificación.

El objetivo del sistema es sufragar los costes generados por los tránsitos de energía en redes fuera del ámbito doméstico. Estos costes son especialmente importantes en determinados países, cuyo emplazamiento supone que por sus redes transiten significativas cantidades de electricidad, que no son producidas ni consumidas en su territorio.

El sistema de tarificación transitorio para los intercambios de electricidad entre los países de la UE, más Suiza, está en vigor desde marzo

En el sistema anterior, cada agente negociaba las tarifas aplicables con el operador de cada país transitado, con la consiguiente acumulación de pagos. Ahora se crea un fondo de compensación, fijado en 200 millones de euros, con el que se cubren los costes ocasionados durante este año por los tránsitos internacionales de energía. El fondo proviene del cobro de un euro por megavatio exportado entre los países del área, o importado de fuera del área, y de la aplicación de las tarifas de transporte sobre los saldos reales.

Para el mecanismo definitivo deberán subsanarse las deficiencias del método actual, pasando de una imputación sólo sobre las exportaciones a otra en la que no se penalice el sentido de la transacción sino el uso real de la interconexión, que vendrá dado por el flujo neto de exportaciones e importaciones en cada momento. También son necesarios avances en los criterios de cálculo de la bolsa de ingresos que constituye el fondo, así como en el reparto de la misma entre los diferentes sistemas, que ahora se establece a partir de la información aportada por los respectivos operadores sobre costes imputados a las redes, lo que reduce la transparencia e imparcialidad del mecanismo. En el caso de España, se estima que el método existente tendrá un saldo positivo, redundando en mayores ingresos para el sistema.

Y, claro, en este contexto no debe olvidarse los mensajes lanzados por la comisaria europea Loyola de Palacio respecto a la conveniencia de revisar los criterios para utilizar la energía atómica en Europa. Bien para mantenerse en los límites contaminadores que marca el protocolo de Kioto o bien para asegurar el suministro eléctrico en zonas sensibles -como puede ser el Mediterráneo español- y dejar a salvo los apagones veraniegos.

María Jesús Lago y Arturo Rojas son analista sectorial y socio-director, respectivamente, en Analistas Financieros Internacionales.

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