Más ciegos
Pasarán los días y, quizás, vendrá otro 11-S, y si yo fuese palestino, cuando viera correr a los sobrevivientes entre el humo de los escombros, si yo fuese palestino, digo, quizás pensara: cuando tiraron mi casa, ¿tú qué hiciste?
Cuando las madres lloraran por sus hijos muertos, diría: yo conozco ese dolor, y quizás también: cuando yo sentí ese dolor, ¿dónde estabas tú? Quizás Bush, Chirac, Aznar, Annan pensarán para sí: no pasa nada, nada nos detendrá en la lucha contra el mal; siempre sólo mueren inocentes, nunca los que mandan, nunca. ¿Qué importa que no se nos pueda caer la cara de ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Pasarán los días y, quizás, vendrá otro 11-S, y si yo fuese palestino, cuando viera correr a los sobrevivientes entre el humo de los escombros, si yo fuese palestino, digo, quizás pensara: cuando tiraron mi casa, ¿tú qué hiciste?
Cuando las madres lloraran por sus hijos muertos, diría: yo conozco ese dolor, y quizás también: cuando yo sentí ese dolor, ¿dónde estabas tú? Quizás Bush, Chirac, Aznar, Annan pensarán para sí: no pasa nada, nada nos detendrá en la lucha contra el mal; siempre sólo mueren inocentes, nunca los que mandan, nunca. ¿Qué importa que no se nos pueda caer la cara de vergüenza si nunca daremos la cara, ni por Yenín ni por Le Pen ni...? Y vendrán más años malos y nos harán más ciegos.