El Patronato de Turismo de la Costa del Sol da por finalizado el ciclo de fuerte crecimiento

El sector mantendrá un incremento moderado este año frente a la recesión de otros destinos

El Patronato de Turismo de la Costa del Sol conoció ayer los datos de su observatorio anual con sensaciones contradictorias. Por un lado, la constatación de que se ha agotado el ciclo expansivo iniciado en 1994; pero por otro, la confianza en un futuro inmediato que permite mantener expectativas de crecimiento moderado que no tienen sus principales zonas competidoras que, a excepción de Levante, ofrecen claros síntomas de recesión. Durante 2001, la costa malagueña recibió 8,3 millones de turistas, que reportaron unos ingresos de 7.500 millones de euros, y para este año espera un 3,6% más.
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El Patronato de Turismo de la Costa del Sol conoció ayer los datos de su observatorio anual con sensaciones contradictorias. Por un lado, la constatación de que se ha agotado el ciclo expansivo iniciado en 1994; pero por otro, la confianza en un futuro inmediato que permite mantener expectativas de crecimiento moderado que no tienen sus principales zonas competidoras que, a excepción de Levante, ofrecen claros síntomas de recesión. Durante 2001, la costa malagueña recibió 8,3 millones de turistas, que reportaron unos ingresos de 7.500 millones de euros, y para este año espera un 3,6% más.

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El director del estudio del Observatorio Turístico de la Costa del Sol, Rafael Fuentes, fue ilustrativo en sus conclusiones: 'Ahora crecemos la tercera parte de lo que crecíamos'. Explicó que el crecimiento expansivo que se vivió entre 1996 y 2000, con tasas de entre el 8% y el 10% anuales, no se repetirá, y fijó para este año una previsión del 3,6% en el incremento en el volumen de turistas para alcanzar 8,6 millones, lo que podría elevar la cifra de ingresos a 7.785 millones de euros.

Con todo, el Patronato de Turismo de la Costa del Sol sostiene que hay argumentos para mantener el optimismo -'estamos contentos, pero nunca satisfechos', dijo su presidente, Juan Fraile-, y considera excelente el resultado de 2001. El crecimiento sufrió un frenazo, fue sólo del 3,8%, pero se trató de un ejercicio muy difícil por la coyuntura de recesión de la economía internacional y, sobre todo, por los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Nueva York. El turismo nacional llegado a la Costa del Sol creció el año pasado un 8%, mientras que el contingente de extranjeros descendió un 2%.

Buena parte de los argumentos para este optimismo radican en la evolución que han tenido algunas de las principales zonas competidoras como Baleares y Canarias, que ofrecen claros síntomas de recesión. Ambos archipiélagos mantienen su liderazgo como los destinos españoles con mayor movimiento hotelero, pero en dos años Baleares ha perdido cinco millones de pernoctaciones (53,6 millones en 2001), y dos millones Canarias (37,7 millones en 2001).

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Málaga es la quinta provincia española en esta clasificación, pero la única entre las 15 con mayor actividad turística en la que el movimiento hotelero mantiene un crecimiento continuado. En 2001 se produjeron en la Costa del Sol 15.285.261 pernoctaciones, un 1,3% más que en 2000, y ello a pesar de que el alojamiento extrahotelero tiene cada vez más peso y acapara ya la mitad del movimiento de turistas.

Una de las razones de esta diferencia de comportamiento es que la Costa del Sol tiene menor dependencia del mercado extranjero que Baleares y Canarias. Pero también, la gerente del Patronato, Ana Gómez, resaltó los esfuerzos realizados en los últimos años por la iniciativa privada y por las administraciones públicas para modernizar la planta hotelera y mejorar la oferta de ocio, de forma que aseguró que la Costa del Sol ofrece hoy unos niveles de calidad y diversificación sin parangón en otros destinos competidores, que han permitido además superar la fuerte estacionalidad. Un dato ilustrativo es que el 47% de la oferta de plazas hoteleras de la Costa del Sol está compuesta por establecimientos de cuatro y cinco estrellas, proporción que en Baleares sólo es del 18% .

El indicador con peor evolución es el referido a la ocupación media de las plazas hoteleras, que en 2001 fue del 65,9%, casi cinco puntos menos que en 2000. La razón, según el Patronato, es el constante incremento de la oferta de plazas.

Durante el año pasado se abrieron en la Costa del Sol 19 hoteles, cinco pensiones y 28 establecimientos de apartamentos, que sumaban 1.820 nuevas plazas, lo que representa un incremento de éstas del 3%. El litoral malagueño ofrece en la actualidad 114.891 plazas de alojamiento, un 17,9% más de las que disponía en 1996.

Toda esta bonanza tiene su lógica traslación al empleo. Los hoteles malagueños dan trabajo hoy a una media anual de 58.353 personas, 21.000 más que en 1996, y el paro en el sector se ha reducido desde entonces a la mitad, con un promedio de 6.384 desempleados en 2001.

El Observatorio apunta también los elementos que más conviene cuidar para mantener la competitividad de la Costa del Sol. Un año más la suciedad y la masificación son los elementos peor valorados por los turistas, aunque también empiezan a crecer de manera sensible las quejas por el tráfico. El clima es el atractivo principal para quienes visitan la Costa del Sol, donde hay además una alta fidelidad de la clientela (el 68% de los turistas llegados en 2001 eran repetidores).

El estudio concluye que los segmentos con más posibilidades de crecimiento son residencial, rural, golf, congresos y cultural.

JULIÁN ROJAS

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