El silencio de Madrazo
Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres. ¿Se acuerdan de la yenka? No sé porque me ha venido a la cabeza mientras escribía. Últimamente me tiene preocupada y bastante escandalizada el estruendoso silencio de IU-EB y de su flamante y viajero consejero Madrazo respecto al escándalo de los fondos del BBVA. ¿Será por mantener prietas las filas con la derecha nacionalista con la que tan a gusto se encuentra en el Gobierno vasco? ¿Será por prudencia, ya que a lo mejor no tienen todavía suficientes elementos de juicio como para opinar sobre tan escabroso asunto...
Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres. ¿Se acuerdan de la yenka? No sé porque me ha venido a la cabeza mientras escribía. Últimamente me tiene preocupada y bastante escandalizada el estruendoso silencio de IU-EB y de su flamante y viajero consejero Madrazo respecto al escándalo de los fondos del BBVA. ¿Será por mantener prietas las filas con la derecha nacionalista con la que tan a gusto se encuentra en el Gobierno vasco? ¿Será por prudencia, ya que a lo mejor no tienen todavía suficientes elementos de juicio como para opinar sobre tan escabroso asunto? ¿Será que los escándalos económicos han dejado de interesar a la izquierda vasca? ¿Qué será, será?
Tanto Madrazo como el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, hablan y no callan, opinan, critican, argumentan, exponen, pretextan y no pierden ocasión para denostar públicamente la posible ilegalización de Batasuna y la nueva ley de Partidos impulsada por el Gobierno.
Claro que en eso también coinciden plenamente con la derecha nacionalista gobernante, que ya ha anunciado que irá a los tribunales europeos y donde haga falta para denunciar tamaño atropello de los derechos de esos con los que sólo coinciden en los fines. Aunque no sé de qué me extraño. ¿Hay algo más gratificante que la visión de la izquierda y la derecha unidas en el ambicioso proyecto de la construcción nacional? Porque las prácticamente inexistentes mejoras sociales del Gobierno vasco en la actual legislatura tampoco parecen incomodar en absoluto a su izquierdoso socio. Debe de ser que aún no les ha dado tiempo. ¡Paciencia!