OPINIÓN DEL LECTOR

Reforma educativa a la vista

Reforma educativa a la vista, y en esta ocasión con un título imponente: Ley de calidad. Muy comprometido el borrador de ésta, y muy teórico también. Parte de la necesidad de paliar los malos resultados académicos que ha traído consigo la puesta en práctica de la LOGSE.

Sus objetivos principales son subsanar los fallos del actual modelo, mejorar la calidad del sistema educativo y reducir el índice de fracaso escolar, es decir, nada nuevo. Lo destacable es que donde se pone más énfasis y fuerza es en que nuestras cotas educativas (o sea, los numeritos que reflejan la formación que poseem...

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Reforma educativa a la vista, y en esta ocasión con un título imponente: Ley de calidad. Muy comprometido el borrador de ésta, y muy teórico también. Parte de la necesidad de paliar los malos resultados académicos que ha traído consigo la puesta en práctica de la LOGSE.

Sus objetivos principales son subsanar los fallos del actual modelo, mejorar la calidad del sistema educativo y reducir el índice de fracaso escolar, es decir, nada nuevo. Lo destacable es que donde se pone más énfasis y fuerza es en que nuestras cotas educativas (o sea, los numeritos que reflejan la formación que poseemos) se acerquen a la media europea.

Queda claro que ése es el principal objetivo, ya que en base a que se consiga está enfocada su puesta en práctica; como es la prueba al final del Bachiller que condiciona si los alumnos obtienen o no el título (PGB) o agrupar en un aula los alumnos con menos nivel (grupo de esfuerzo); en definitiva, crear más filtros que permitan disminuir los índices de fracaso escolar, aunque el fondo se mantenga (como se mantuvo en gran parte cuando se implantó la LOGSE), y no se aborden aspectos tan básicos como disminuir la ratio o aumentar ciertos recursos.

Es curioso cómo una propuesta que nuestra ministra considera tan potente está tardando tanto en llegar, ya no sólo a la sociedad en general, sino a los propios profesionales de la educación (aunque parece que algunos de éstos han participado en su elaboración, al igual que los sindicatos).

Ahora sí, lo que ya empieza a asomar en distintos medios es el bajo nivel de nuestros escolares y el alto índice de fracaso escolar. O sea, que nuestra ministra quiere ir abonando el terreno para que vayamos sintiendo la necesidad de esa ley.

Es más, creo que llamando a las cosas por su nombre esto no es una reforma educativa, sino claramente un intento de conseguir más puntos en nuestra conversión en país plenamente europeo, de acercar los índices educativos a los del resto de los países. ¿Ley de calidad?... ¡Yo diría, más bien, de cantidad!

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