Tráfico
Una vez más, este fin de semana la Dirección General de Tráfico (DGT) nos habrá entristecido con sus macabras estadísticas. Una vez más, me asombraré de que no se mencione el permiso de conducir. Cuando obtuve el mío, yo no sabía conducir. Los y las jóvenes que lo consiguen hoy tampoco saben. Esto, en cuanto a adiestramiento. Pero hay algo más grave: la actitud. ¿Por qué los mismos jóvenes (aquí sí que pienso principalmente en los varones) que en un polígono de tiro o una partida de caza pondrían su orgullo de hombres maduros en respetar las reglas de prudencia se creen en la obligación de tom...
Una vez más, este fin de semana la Dirección General de Tráfico (DGT) nos habrá entristecido con sus macabras estadísticas. Una vez más, me asombraré de que no se mencione el permiso de conducir. Cuando obtuve el mío, yo no sabía conducir. Los y las jóvenes que lo consiguen hoy tampoco saben. Esto, en cuanto a adiestramiento. Pero hay algo más grave: la actitud. ¿Por qué los mismos jóvenes (aquí sí que pienso principalmente en los varones) que en un polígono de tiro o una partida de caza pondrían su orgullo de hombres maduros en respetar las reglas de prudencia se creen en la obligación de tomar riesgos en la carretera? ¿No es en este terreno donde se impondría una campaña de toma de conciencia? Un volante que maneja 100CV es más peligroso que una escopeta.