El temporal deja las playas desiertas y el fuerte viento derriba árboles y vallas publicitarias

Ni sol ni playa. El viento, la lluvia y el temporal marítimo, especialmente virulento en Alicante, han frustrado los deseos de los miles de turistas desplazados a la costa valenciana para tumbarse al sol. También la nieve hizo acto de presencia el jueves en el interior de Castellón. El mal tiempo continuará, según las previsiones, toda la Semana Santa hasta el lunes, aunque a partir del domingo disminuirán la nubosidad y el viento. En Alicante, Benidorm y Elche el viento sopló con mayor intensidad y obligó a los bomberos a realizar unas 200 salidas para retirar árboles y vallas publicitarias c...

Ni sol ni playa. El viento, la lluvia y el temporal marítimo, especialmente virulento en Alicante, han frustrado los deseos de los miles de turistas desplazados a la costa valenciana para tumbarse al sol. También la nieve hizo acto de presencia el jueves en el interior de Castellón. El mal tiempo continuará, según las previsiones, toda la Semana Santa hasta el lunes, aunque a partir del domingo disminuirán la nubosidad y el viento. En Alicante, Benidorm y Elche el viento sopló con mayor intensidad y obligó a los bomberos a realizar unas 200 salidas para retirar árboles y vallas publicitarias caídos en la vía pública.

Hamacas apiladas cubiertas por la arena que transportaba el fuerte viento, banderas rojas ondeando y un fuerte oleaje era la estampa que se encontraron los pocos turistas que se atrevieron el jueves a poner un pie en las playas valencianas. Mientras tanto, en la comarca castellonense de El Alto Palancia, la nieve hacía acto de presencia, se intensificaba en el Puerto de La Bellida y hacía recomendable el uso de cadenas para transitar la carretera CV-217.

La temperatura bajó de modo brusco como contraste a los elevados índices de ocupación hotelera, ofreciendo a los visitantes un escenario más propio del invierno recién abandonado que de Semana Santa. Especialmente desapacible fue el tiempo de la costa alicantina. Las rachas de hasta 60 kilómetros por hora que se registraron el jueves rozaron en esta provincia los 90 kilómetros por hora. El fuerte viento obligó a los servicios de bomberos a efectuar unas 200 salidas, la mayoría en Benidorm, Alicante y Elche, para retirar objetos -vallas, toldos, señales de tráfico y materiales de edificios en construcción- y árboles caídos sobre la vía pública. También tuvieron que sofocar un pequeño incendio en el parque natural de El Fondo de Elche, aunque el fuerte viento no llegó a causar daños personales.

Las playas de Alicante registraron el oleaje más intenso, con crestas de más de dos metros, lo que, unido al viento, forzó el aplazamiento el jueves de la Ruta de la Sal, una regata que tenía previsto zarpar desde Dénia con unos 300 veleros en dirección a Ibiza. Esta situación provocó que el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat ampliara hasta el viernes la preemergencia por temporal en aguas costeras, en las tres provincias. El temporal, sin embargo, no obligó al cierre de los puertos, según fuentes de seguridad marítima, aunque la actividad prácticamente se limitó a los barcos de pasajeros. No obstante, la compañía Transmediterránea tuvo que acomodar a los pasajeros del fast-ferry Valencia-Ibiza-Palma, cuyo trayecto fue suspendido la tarde del jueves a causa de este mal tiempo, en dos buques de mayores dimensiones para realizar el recorrido sin ningún riesgo.

La nubosidad elevada continuará hasta el sábado, según el Instituto Nacional de Metereología. Los cielos nubosos y muy nubosos de viernes y sábado y la posibilidad de lluvias, darán paso a un cielo algo menos cubierto el domingo y el lunes, y a un ligero aumento de temperaturas. Las predicciones apuntan que las temperaturas máximas registradas hasta el jueves -entre los 18 y los 19 grados- subirán suavemente a partir del sábado.