Carta al presidente del PP de Sevilla
Leído su artículo de opinión en este diario (domingo 17 de marzo) y reflexionando sobre el mismo, no puedo por menos que dedicarle estas líneas, que, en el fondo, son de preocupación y de manifiesta tristeza, al comprobar una vez más lo arrogante, trasnochado, mediocre y pobre que resulta el pensamiento de ciertos políticos de esta derecha no menos trasnochada, arrogante, mediocre, pero no tan pobre.
Mire usted, en junio mi familia y yo saldremos a la calle a pedir a estos políticos europeos que creemos en Europa y no en la Europa de los mercaderes, y saldremos a la calle aun a pesar de...
Leído su artículo de opinión en este diario (domingo 17 de marzo) y reflexionando sobre el mismo, no puedo por menos que dedicarle estas líneas, que, en el fondo, son de preocupación y de manifiesta tristeza, al comprobar una vez más lo arrogante, trasnochado, mediocre y pobre que resulta el pensamiento de ciertos políticos de esta derecha no menos trasnochada, arrogante, mediocre, pero no tan pobre.
Mire usted, en junio mi familia y yo saldremos a la calle a pedir a estos políticos europeos que creemos en Europa y no en la Europa de los mercaderes, y saldremos a la calle aun a pesar de mediáticos mensajes que, como los de usted, quieren amedrentar a los ciudadanos.
Señor Tarno, mi familia y yo no nos quedaremos en casa, porque créame, lo que nos da muchísimo miedo es el contenido de su artículo de opinión, y no los jóvenes venidos de todas partes de Europa a recordarnos que es posible una Europa más solidaria y comprometida con los más débiles.
El sábado, viendo cómo sacaban al primer joven antiglobalización del Nou Camp, sentí bochorno (que se convirtió en indignación al ver las risitas del señor Piqué); el domingo, al leer su artículo, una rara asociación de imágenes me vino a mi cabeza: ¿no sería la mano que sostuvo la pluma en la redacción de este artículo la misma que sacaba por el cuello al joven catalán?