Un tartazo deliberado
Lejos de las explicaciones ofrecidas en el programa El Factor Humano del día 18, el tartazo recibido por la presentadora del programa durante las recientes movilizaciones de Barcelona no fue un acto realizado por una persona a título individual ni tenía nada que ver ni con la plataforma Hemen eta Munduan ni con el movimiento anti-globalización. Al contrario, fue una accion decidida espontáneamente por un grupo de personas de Sestao, en protesta por un programa anterior sobre problemas de convivencia vecinal en nuestro pueblo que creemos totalmente repulsivo (y así se lo hicimos saber ta...
Lejos de las explicaciones ofrecidas en el programa El Factor Humano del día 18, el tartazo recibido por la presentadora del programa durante las recientes movilizaciones de Barcelona no fue un acto realizado por una persona a título individual ni tenía nada que ver ni con la plataforma Hemen eta Munduan ni con el movimiento anti-globalización. Al contrario, fue una accion decidida espontáneamente por un grupo de personas de Sestao, en protesta por un programa anterior sobre problemas de convivencia vecinal en nuestro pueblo que creemos totalmente repulsivo (y así se lo hicimos saber tanto a ETB como a la productora del programa tras su emision, y al propio equipo de El Factor Humano minutos antes del tartazo). No dudamos de que una de las funciones de la televisión sea la de entretener y divertir, pero por desgracia hay temas -y los problemas de convivencia entre vecinao, en Sestao o donde sea, son uno de ellos- lo suficientemente graves como para que requieran un tratamiento que huya de la frivolidad, el morbo y el cotilleo, y trate de analizar con seriedad y rigor las causas, posiciones, alternativas. Pero es que, además de frivolizar y tratar de convertir en mero espectáculo lo que es un problema bastante más serio, en aquella ocasion el programa censuró conscientemente (hubo varias conversaciones telefónicas previas con ellos) las opiniones propuestas por un sector de vecinos del barrio y asociaciones del pueblo que llevan años tratando de ofrecer alternativas y soluciones ante los problemas de convivencia. Por contra, convirtió en protagonistas del mismo a otro sector de vecinos que, además de exagerar la gravedad del problema, lleva tiempo cerrando la puerta a todas las posibles soluciones y llamando al enfrentamiento y enquistamiento.
Estas fueron las verdaderas razones del tartazo, y el equipo del programa lo sabía muy bien. El hecho de ocultarlas nos reafirma en nuestra opinión de que los movimientos sociales debemos denunciar este tipo de programas-basura y su forma de tratar los problemas mas graves que padece nuestra sociedad.