El 65% de la población de los 13 países aspirantes a la UE apoya el ingreso
El euroescepticismo no ha contagiado a los ciudadanos de los 13 países candidatos al ingreso en la UE. El 59% cree que es positivo y el 65% votaría a favor de la adhesión en un referéndum. Paradójicamente, el mayor entusiasmo se percibe entre los que más tarde entrarán, es decir, Rumania, Bulgaria y Turquía.
Así se desprende del primer Eurobarómetro realizado por la Comisión Europea entre habitantes de las 13 naciones candidatas a entrar en la UE. La encuesta fue efectuada el pasado octubre sobre una muestra de 12.000 personas procedentes de Rumania, Bulgaria, Hungría, Turquía, Eslovaqu...
El euroescepticismo no ha contagiado a los ciudadanos de los 13 países candidatos al ingreso en la UE. El 59% cree que es positivo y el 65% votaría a favor de la adhesión en un referéndum. Paradójicamente, el mayor entusiasmo se percibe entre los que más tarde entrarán, es decir, Rumania, Bulgaria y Turquía.
Así se desprende del primer Eurobarómetro realizado por la Comisión Europea entre habitantes de las 13 naciones candidatas a entrar en la UE. La encuesta fue efectuada el pasado octubre sobre una muestra de 12.000 personas procedentes de Rumania, Bulgaria, Hungría, Turquía, Eslovaquia, Chipre, Polonia, República Checa, Lituania, Eslovenia, Malta, Estonia y Letonia.
El 65% de los interrogados juzga 'natural', desde un punto de vista histórico y geográfico, el ingreso en la Unión Europea. El 69% piensa que la economía nacional respectiva se beneficiará y que la ampliación otorgará más importancia a la Unión. En principio, no se aprecian entre los aspirantes recelos sobre la posibilidad de que la integración en un organismo europeo signifique un perjuicio para sus identidades nacionales.
Cinco de cada 10 encuestados tienen una imagen positiva de la UE (52%) frente a un 18% contrario. Esta proporción es mejor que entre los propios socios europeos, donde la opinión favorable sobre Europa no supera el 42%.
Rumania, Bulgaria, Hungría y Turquía, por este orden, son los cuatro países donde la idea de la construcción europea despierta más ilusión. El 80% de los rumanos considera 'positivo' el ingreso y el 85% afirma que votará a favor en un referéndum nacional. Por el contrario, el mayor escepticismo se registra en Letonia y Estonia (33%) y también en Malta (39%). Sólo el 38% de los estonios votaría a favor del sí en un referéndum. Ni rumanos ni búlgaros figuran entre los 10 países que, de completar con éxito este diciembre las negociaciones, deberán entrar en 2004. Turquía no ha comenzado aún las suyas. Un 19% de los turcos interrogados cree que su país no entrará en Europa antes de 2020.
En Polonia -el país de mayor población entre los 12 candidatos si se exceptúa a Turquía- el apoyo al ingreso en un referéndum es del 54% frente a un 26% en contra. Un 9% no contesta a la pregunta y un 11% no piensa acudir a votar.
Mejora económica
Aunque en general la incorporación en Europa se juzga como un hecho positivo, no se percibe entre los interrogados un desmesurado optimismo sobre los próximos cinco años. El 37% cree que su situación económica mejorará, el 26% opina que seguirá igual y otro 26% piensa que empeorará.
La encuesta revela también que existe inquietud y una cierta angustia sobre el porvenir dentro de la UE entre sectores de población como los ancianos, los agricultores o los habitantes de las comunidades rurales.
Más de la mitad de los encuestados (55%) piensa que el ingreso en la UE es una vía para la creación de empleo y un 49% considera la adhesión como una garantía para lograr una paz duradera en el continente. Relativamente pocos, uno de cada cinco, opinan que la Unión representa un peligro contra la diversidad cultural o que no es más que una enorme organización burocrática.
Preguntados sobre cuáles serán las mayores ventajas en un periodo de 10 años tras el ingreso, el 70% contesta que el mayor beneficio será la libertad de movimientos para poder viajar, trabajar o estudiar dentro del territorio europeo.