La Audiencia condena a 99 años de cárcel al dirigente etarra Santi Potros
Arrospide planeó el atentado a la Dirección de la Guardia Civil en 1987
Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, que en 1986 fue el máximo responsable de los comandos operativos de ETA, fue condenado ayer a 99 años de prisión. Se trata de la primera condena que recibe en España el dirigente etarra, cuya extradición fue concedida por Francia en 1992, aunque no fue entregado hasta el 21 de diciembre de 2000, cuando extinguió las penas a las que fue condenado en París por asociación de malhechores con fines terroristas.
La Audiencia Nacional le ha condenado ahora por haber planificado y haber proporcionado los medios para el atentado con...
Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, que en 1986 fue el máximo responsable de los comandos operativos de ETA, fue condenado ayer a 99 años de prisión. Se trata de la primera condena que recibe en España el dirigente etarra, cuya extradición fue concedida por Francia en 1992, aunque no fue entregado hasta el 21 de diciembre de 2000, cuando extinguió las penas a las que fue condenado en París por asociación de malhechores con fines terroristas.
La Audiencia Nacional le ha condenado ahora por haber planificado y haber proporcionado los medios para el atentado contra la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid, que fue cometido el 27 de marzo de 1987 por los integrantes del comando Argala o itinerante -ya condenados- y en el que falleció Carmen Pascual y resultaron gravemente heridas otras cuatro personas.
La sentencia declara probado que Santi Potros, de 54 años, natural de Hernani (Guipúzcoa), planificó el atentado contra la Dirección General de la Guardia Civil e ideó emplear como coche bomba un vehículo que previamente había sido robado por el comando Robacoches o comando Parque I.
Potros confeccionó documentación falsa para el vehículo, entre la que figuraba el permiso de circulación y el seguro. El etarra dio instrucciones a Francisco Mujika Garmendia, Pakito, sobre la colocación de una carga explosiva compuesta por 15 o 20 kilos de amonal. Además, le traspasó la dirección del comando Argala y ya fue este último quien ordenó la ejecución del atentado.
La Audiencia condena a Santi Potros por un asesinato consumado y cuatro frustrados y señala que el 'ánimo de matar (...) es aplicable al acusado pues al encargar, y proporcionar los medios, quiso el resultado que se pudiera producir'.