La Comunidad abrió en 2001 63 expedientes a bingos y 311 a tragaperras

Algunas salas hacen publicidad ilegal o fomentan el juego irregularmente, según el Gobierno

La Comunidad abrió 63 expedientes a bingos en 2001 basándose en las informaciones de la Brigada del Juego, del Ministerio del Interior. Según esta brigada, en 22 ocasiones se hizo publicidad de la actividad, algo que está prohibido, o se fomentó el juego con regalos o incentivos también ilegales. En otras ocasiones, el motivo del expediente es distinto: no solicitar a los clientes el DNI a la entrada, superar el aforo o no respetar el tiempo preceptivo entre jugada y jugada. La Comunidad también ha abierto 311 expedientes a dueños de máquinas tragaperras.

El número de expedientes a sala...

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La Comunidad abrió 63 expedientes a bingos en 2001 basándose en las informaciones de la Brigada del Juego, del Ministerio del Interior. Según esta brigada, en 22 ocasiones se hizo publicidad de la actividad, algo que está prohibido, o se fomentó el juego con regalos o incentivos también ilegales. En otras ocasiones, el motivo del expediente es distinto: no solicitar a los clientes el DNI a la entrada, superar el aforo o no respetar el tiempo preceptivo entre jugada y jugada. La Comunidad también ha abierto 311 expedientes a dueños de máquinas tragaperras.

El número de expedientes a salas de bingo en 2001 es 'similar' al del año anterior, según el director general del Juego de la Comunidad, Ginés López.

La práctica, ilegal, de estimular a los clientes con recompensas más allá del premio en metálico no es nueva: en 2000, la Consejería de Presidencia expedientó a unos 25 bingos (la región cuenta con 80 salas) por ello. Estas salas complementaban el premio con televisores en color, jamones de pata negra o relojes de oro. En septiembre de ese año, la Comunidad precintó tres salas: Prince (Príncipe de Vergara, 43), Pegaso (Arturo Soria, 99) y Cinco Estrellas (Capitán Haya, 77) por contratar a jugadores de pega, esto es, personas que, por un sueldo fijo, simulan que juegan.

De esta manera, la sala engordaba artificialmente la cuantía del premio y hacía más tentadora la oferta a los clientes. Naturalmente, si a alguno de estos jugadores de mentira les tocaba un bingo o una línea, después devolvían el importe íntegro del premio a la empresa.

López asegura que el Gobierno regional 'está examinando' actualmente todos los expedientes abiertos en 2001. 'Algunos acabarán en sanción y otros no', precisa. 'Como Gobierno regional no podemos prohibir el juego, y debemos regularizarlo, pero sí intentamos que no se fomente, de ahí la prohibición de la publicidad', explica López.

'Rasca y gana'

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Además de los expedientes a salas de bingo, la Comunidad examina las denuncias de la Brigada del Juego a cuatro empresas que reparten premios por el método de los boletos, esto es, tarjetas que ocultan combinaciones o premios: el cliente rasca en el boleto y descubre si le ha tocado o no. 'En estos casos, los expedientes que se han abierto responden a que estas empresas carecen de licencia', cuenta el director general. Asimismo, la Comunidad ha abierto expediente a otras cinco empresas que, a lo largo de 2001, llevaron a cabo sorteos o rifas 'que tampoco contaban con la licencia pertinente', según López.

Los expedientes abiertos a las 311 máquinas tragaperras también obedecen a un motivo administrativo: 'En este caso, carecen de todos los permisos de funcionamiento. No es que estén manipuladas o que se hayan trucado. Esto es difícil, porque para que una máquina de éstas comience a funcionar necesita una inspección previa de la Consejería de Economía, que se ocupa precisamente de detectar este tipo de irregularidades. En el caso de las 311 máquinas tragaperras, lo único que ocurre es que carecen de toda la documentación pertinente', apostilla.

En la región, según los datos de la Consejería de Presidencia, se contaban, a fecha 31 de diciembre del año pasado, 39.413 máquinas de este tipo. Menos que el año anterior: el 31 de diciembre de 2000 existían 42.460. ¿Quiere esto decir que los madrileños juegan ahora menos a este tipo de máquinas?

El director general del Juego no lo cree así: 'El parque de máquinas tragaperras se mantiene más o menos fijo en los últimos años. Esa variación que ha existido este año no es atribuible a un menor deseo de juego por parte de los madrileños, sino a que buena parte de las máquinas ha quedado obsoleta por culpa del euro. Se irán cambiando en los primeros meses de este año', adelanta.

María Luisa Álvarez, diputada regional socialista, considera que el hecho de que se produzcan casi el mismo número de expedientes que el año pasado en los bingos 'ilustra bien a las claras que la Ley del Juego de la Comunidad, aprobada hace sólo ocho meses, no está bien redactada y no ha servido para mucho'. A juicio de la diputada del PSOE, esta ley, que carece aún de reglamento, 'no arbitra mucho'.

'Es una ley que sin reglamento está hueca y no sirve demasiado. Habría que ser más explícitos, por ejemplo, en la publicidad de las salas de bingo', añadió. Según Álvarez, el 'PP ha redactado una Ley del Juego sólo para poder aprobar la construcción del futuro Casino de Aranjuez', que abrirá sus puertas, previsiblemente, en el año 2003.

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