OPINIÓN DEL LECTOR

¿Cuándo?

Señor alcalde, ¿para cuándo un paso de peatones, cebra, semáforo o lo que sea en el cruce de las calles Agastia y Emilio Vargas? (Madrid barrio de San Juan Bautista). Somos muchas las personas que nos jugamos la vida a diario cruzando por ese lugar, frente a enloquecidos conductores que desde Arturo Soria descienden ya acelerando para incorporarse a la velocidad adecuada a la carretera de Barcelona, M-30, avenida de América, etcétera.

Como imagino que esto que narro debe importar un puerro, le explico que quienes así nos la jugamos tratando de cruzar la calle Emilio Vargas en tal sitio ...

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Señor alcalde, ¿para cuándo un paso de peatones, cebra, semáforo o lo que sea en el cruce de las calles Agastia y Emilio Vargas? (Madrid barrio de San Juan Bautista). Somos muchas las personas que nos jugamos la vida a diario cruzando por ese lugar, frente a enloquecidos conductores que desde Arturo Soria descienden ya acelerando para incorporarse a la velocidad adecuada a la carretera de Barcelona, M-30, avenida de América, etcétera.

Como imagino que esto que narro debe importar un puerro, le explico que quienes así nos la jugamos tratando de cruzar la calle Emilio Vargas en tal sitio somos gentes que hacemos uso de ese transporte público (¡vaya osadía!) que tanto pretenden fomentar desde el Ayuntamiento, y que, sin embargo, tan poco conocen ustedes que lo gobiernan (también lo entiendo, el transporte público es para la gleba, gentes que no lo sufren apenas pueden siquiera ver problema alguno en lo que vengo a plantearle).

El caso es que ese peligrosísimo cruce recibe a diario a muchas personas que vienen de Alcalá de Henares, de Torrejón, de Coslada, de San Fernando, de Mejorada, de Loeches... y descienden en la parada de autobuses que por allí se ubica. Como ve, cuatro gatos. Entre ellos, quien esto rubrica, ejemplar ciudadano que abandonara el uso de su automóvil hace tres años, plenamente convencido de esas bondades del transporte público que tan sabiamente supo usted venderme. Mi vida, señor alcalde, tal vez sólo valga ese semáforo que amablemente le pido, en nombre mío y de otros insensatos suicidas anónimos que ni siquiera sepan que lo son.

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