OPINIÓN DEL LECTOR

La cuesta

Esta mañana, en la línea 5 del metro de Madrid, a las 7.15, en la estación de Oporto, los pasajeros del tren, que éramos muchos, hemos tenido que abandonar el tren (saliendo por las puertas que comunican vagón y vagón) por avería en la apertura de puertas del convoy.

Hace una semana, creo recordar que fue el lunes 14, un tren de esta línea 5, a las cuatro de la tarde más o menos, no pudo llegar a la estación de Urgel porque (según palabras del propio conductor del tren) no podía subir la cuesta de General Ricardos. El convoy tuvo que dar marcha atrás y volver a la estación de Marqués de...

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Esta mañana, en la línea 5 del metro de Madrid, a las 7.15, en la estación de Oporto, los pasajeros del tren, que éramos muchos, hemos tenido que abandonar el tren (saliendo por las puertas que comunican vagón y vagón) por avería en la apertura de puertas del convoy.

Hace una semana, creo recordar que fue el lunes 14, un tren de esta línea 5, a las cuatro de la tarde más o menos, no pudo llegar a la estación de Urgel porque (según palabras del propio conductor del tren) no podía subir la cuesta de General Ricardos. El convoy tuvo que dar marcha atrás y volver a la estación de Marqués de Vadillo, donde bajamos los pasajeros a esperar otro tren.

En esta línea 5 del metro son tales los ruidos que hacen los trenes al andar y chirriar en las curvas que yo hago el trayecto con tapones en los oídos. Muchos trenes no llevan cristales en las ventanas pequeñas de encima de los asientos, muchas zonas de la chapa están oxidadas y pintadas encima de la corrosión, etcétera.

Lo que más me llena de indignación es que la Comunidad de Madrid presuma de hacer una línea nueva de Nuevos Ministerios a Barajas, la más moderna de Europa, en la que los trenes, de última generación, vayan a 120 kilómetros por hora. Y todo esto lo anuncian y presumen de ello, cuando al lado hay otra línea en la que suceden todos los incidentes reseñados más arriba, línea que yo calificaría de tercermundista. ¡Parece que sucede que los turistas o los ejecutivos que van a Barajas y viajan en avión tienen un trato preferente! ¿para ellos lo mejor?

Pero los obreros que tenemos que ir todos los días al tajo tenemos que ir como el ganado, poco más o menos.

Nada más, creo que es suficiente, y no sé si podré contener la indignación en unos términos no ofensivos.

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