Arafat es el problema
(...) El presidente de EE UU, George Bush, está 'muy enfadado' con Yasir Arafat; el secretario de Estado, Colin Powell, vuelve a hablar otra vez del 'momento de la verdad', y el enviado especial Anthony Zinni ha comparado a Arafat con un jefe de la Mafia. (...)
Tras la guerra del Golfo en 1991, Arafat, que se había colocado en el lado equivocado, parecía terminado, pero se salvó gracias al Acuerdo de Oslo de 1993. En el contexto de Oslo, EE UU volvió a dialogar con la OLP. Arafat ha vuelto a sus días de terrorista, y EE UU e Israel están decidiendo si devolver a su pasado a Arafat o sal...
(...) El presidente de EE UU, George Bush, está 'muy enfadado' con Yasir Arafat; el secretario de Estado, Colin Powell, vuelve a hablar otra vez del 'momento de la verdad', y el enviado especial Anthony Zinni ha comparado a Arafat con un jefe de la Mafia. (...)
Tras la guerra del Golfo en 1991, Arafat, que se había colocado en el lado equivocado, parecía terminado, pero se salvó gracias al Acuerdo de Oslo de 1993. En el contexto de Oslo, EE UU volvió a dialogar con la OLP. Arafat ha vuelto a sus días de terrorista, y EE UU e Israel están decidiendo si devolver a su pasado a Arafat o salvarle del olvido nuevamente. La gota que ha colmado el vaso, por lo que se refiere a EE UU, ha sido el armamento de origen iraní apresado en el barco Karim A. Este hecho probó que Arafat estaba engañando a EE UU, que su intención era intensificar las acciones terroristas y que estaba entablando una alianza con uno de los principales promotores del terrorismo, Irán. (...)
En esta situación, ¿a qué está esperando EE UU a cerrar las oficinas de la OLP en Washington y cortar cualquier contacto con Arafat? La respuesta está en que aunque EE UU desea que Arafat se vaya, hay mucha preocupación por lo que pueda pasar. (...) EE UU e Israel no tienen nada que perder si aprietan conjuntamente las clavijas a Arafat. Un aislamiento total le llevará a hacer frente al terrorismo antes que guardarse la opción de recurrir a él, o simplemente perderá el poder. (...)
Jerusalén, 28 de enero