¿No lo recuerdan?
Sus ganas de influir en la crisis del PSE les ha llevado demasiado lejos en su editorial del pasado día 17. Muchas personas de izquierdas fuimos a la huelga general no para ejercer ninguna pinza, sino para protestar contra una política laboral que era cada vez más insensible con los intereses de los trabajadores y un estilo de hacer política alérgico a la rectificación en la que ya había sobrados indicios de lo que vendría poco después: sonados casos de corrupción que lamentablemente han inmunizado a la opinión pública para indignarse por los que ocurren ahora. ¿O no lo recuerdan? Finalmente, ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Sus ganas de influir en la crisis del PSE les ha llevado demasiado lejos en su editorial del pasado día 17. Muchas personas de izquierdas fuimos a la huelga general no para ejercer ninguna pinza, sino para protestar contra una política laboral que era cada vez más insensible con los intereses de los trabajadores y un estilo de hacer política alérgico a la rectificación en la que ya había sobrados indicios de lo que vendría poco después: sonados casos de corrupción que lamentablemente han inmunizado a la opinión pública para indignarse por los que ocurren ahora. ¿O no lo recuerdan? Finalmente, vino la pérdida del voto urbano progresista y el triunfo de la derecha más o menos de siempre.