Salustiano lleva sus retratos rojos a la Torre de los Guzmanes

La serenidad de la pintura de Salustiano García (Villaverde del Río, Sevilla, 1965) transporta al espectador a otra época en la que el tiempo se medía de forma distinta: el Renacimiento. Salustiano cuelga ahora en Sevilla parte de la última exposición que ha realizado en Madrid, son ocho lienzos en formato circular y sobre fondos bermellones y naranjas que evocan el Oriente.

El deber me retiene en esta isla, que puede verse en la Torre de los Guzmanes en La Algaba, está lleno de guiños al Quattrocento florentino. Sus retratos son estudios casi anatómicos en los que los enigmátic...

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La serenidad de la pintura de Salustiano García (Villaverde del Río, Sevilla, 1965) transporta al espectador a otra época en la que el tiempo se medía de forma distinta: el Renacimiento. Salustiano cuelga ahora en Sevilla parte de la última exposición que ha realizado en Madrid, son ocho lienzos en formato circular y sobre fondos bermellones y naranjas que evocan el Oriente.

El deber me retiene en esta isla, que puede verse en la Torre de los Guzmanes en La Algaba, está lleno de guiños al Quattrocento florentino. Sus retratos son estudios casi anatómicos en los que los enigmáticos modelos aparecen sin referencias temporales, sin pelo y cubiertos por gorros.

'Funcionan como mediums para contar lo que yo siento. En realidad son intermediarios y reflejan un paisaje interior. Todos miran hacia un punto que es perpendicular al espectador, que no se ve; pero que intento que se intuya', comenta Salustiano, quien se prodiga más fuera de Andalucía.

El refinamiento de las pinturas de Fra Filippo Lippi o de Piero della Francesca están presentes en el trabajo de Salustiano desde principios de los noventa, cuando el artista realizó un viaje a Florencia.

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