La recesión de EE UU precipita la suspensión de pagos de Kmart

Los grandes almacenes caen en Bolsa un 55%

Kmart, la segunda cadena de grandes superficies de Estados Unidos con 252.000 empleados y más de 2.000 establecimientos, presentó ayer suspensión de pagos, tras dos agónicas semanas en que se volatilizó su capitalización bursátil y comenzaban a huir los proveedores. La suspensión de pagos, de 17.000 millones de dólares (19.237 millones de euros), es la mayor de la historia del sector en EE UU. La acción de Kmart perdía ayer el 55%.

Charles Conaway, consejero delegado de la cadena especializada en productos baratos, atribuyó el desplome a esos dos factores, más los desastrosos resultados...

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Kmart, la segunda cadena de grandes superficies de Estados Unidos con 252.000 empleados y más de 2.000 establecimientos, presentó ayer suspensión de pagos, tras dos agónicas semanas en que se volatilizó su capitalización bursátil y comenzaban a huir los proveedores. La suspensión de pagos, de 17.000 millones de dólares (19.237 millones de euros), es la mayor de la historia del sector en EE UU. La acción de Kmart perdía ayer el 55%.

Charles Conaway, consejero delegado de la cadena especializada en productos baratos, atribuyó el desplome a esos dos factores, más los desastrosos resultados de ventas en diciembre y la feroz competencia de sus rivales. Kmart, que ha logrado 2.000 millones de dólares (2.262 millones de euros ) para poner en marcha un plan de salvamento, espera volver a la normalidad a finales de 2003, en lo que los analistas estiman un programa muy agresivo.

El recorte en el consumo a consecuencia de la recesión que afecta a EE UU se notó en la temporada navideña, en la que el comercio confiaba para equilibrar balances. Las drásticas rebajas ayudaron a eliminar existencias, pero las líneas de productos con descuento de Kmart no pudieron competir con los de su gran rival, Wal-Mart, que incrementó un 8% sus ventas mientras Kmart vendía un 1% menos que en idéntico mes del año anterior.

La crisis de fin de año, remate de un pésimo ejercicio -estancamiento en las ventas, 244 millones de dólares en pérdidas-, suscitó una reunión de emergencia de sus altos directivos a primeros de enero de la que no trascendió nada. El silencio tras dos días de discusiones incrementó la desconfianza de inversores y proveedores. El jueves de la semana pasada, Kmart anunció un relevo en la cúpula casi al tiempo que sus bonos eran degradados a la categoría de bonos basura, mientras la compañía buscaba financiación a la desesperada. En este tiempo, la capitalización bursátil cayó un 88%. El lunes, su principal proveedor de productos alimenticios anunció que no iba a enviar más cargamentos ante la falta de pago de la pasada semana. Fue la medida que catalizó la crisis. Para evitar la desbandada, Kmart presentó ayer suspensión de pagos tras asegurarse 2.000 millones de dólares con que pagar a clientes y poner en marcha una reestructuración. La cadena anunció que cerrará varios centenares de sus 2.114 tiendas.

Error estratégico

Kmart nació en 1962 como heredera de una compañía fundada a finales del siglo pasado, al mismo tiempo que emergían Wal-Mart y Target. Al cabo de 20 años Wal-Mart, que comenzó en las áreas rurales, entró en las urbanas y suburbanas en que operaba Kmart, a la que comenzó a comer terreno hasta convertirse en la primera cadena minorista del mundo.

Kmart, con errónea estrategia, reaccionó tarde. A una reciente agresiva política de precios respondió Wal-Mart vigorosamente, lo que redujo la cuota de mercado de Kmart. Target, el otro rival, optó por una oferta de más atractiva presentación y mayor calidad. Kmart quedó aplastado entre los dos.

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