OPINIÓN DEL LECTOR

Tragedias cotidianas

Hemos asistido en Sant Cugat a una nueva tragedia: la muerte de una pareja en un accidente de circulación sin sentido. Las prisas, la estrechez de la calle, el mal manejo o un vehículo mal estacionado son las posibles causas del desastre. Siempre podemos encontrar un culpable. Nuestro alcalde lo achaca a la incivilidad. El coche mal aparcado tenía dueño, ¿le pasará algo?, ¿le multarán siquiera?

Pero eso no es lo importante, lo realmente trágico es que el accidente en sí mismo o incluso el coche mal aparcado no deja de ser parte de lo cotidiano. El alcalde se sorprende de que haya coches...

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Hemos asistido en Sant Cugat a una nueva tragedia: la muerte de una pareja en un accidente de circulación sin sentido. Las prisas, la estrechez de la calle, el mal manejo o un vehículo mal estacionado son las posibles causas del desastre. Siempre podemos encontrar un culpable. Nuestro alcalde lo achaca a la incivilidad. El coche mal aparcado tenía dueño, ¿le pasará algo?, ¿le multarán siquiera?

Pero eso no es lo importante, lo realmente trágico es que el accidente en sí mismo o incluso el coche mal aparcado no deja de ser parte de lo cotidiano. El alcalde se sorprende de que haya coches mal aparcados, cuando es lo habitual. ¿Dónde vive? Las calles de Sant Cugat son absolutamente intransitables. Y todo lo que hace el consistorio es pedir que seamos buenos, que está feo eso de aparcar en doble fila. Por favor, seamos serios, sin un poder coactivo, la ciudadanía no responde. La plantilla de la Policía Local en Sant Cugat es claramente insuficiente. Los vecinos estamos hartos de denunciar casos de circulación en dirección prohibida, de aparcamiento de camiones de gran tonelaje en zonas prohibidas, de exceso de velocidad en el interior del pueblo, de ruido excesivo. No basta con poner señales de tráfico o rotondas, no sirven de nada los avisos de 'velocidad controlada por radar' si el radar no existe, es necesario que se haga cumplir la ley.

Claro que éste no es un problema exclusivo de Sant Cugat. El otro día, en la Rambla de Catalunya de Barcelona, advertí a un policía municipal de que había una furgoneta de gran tamaño ocupando las dos terceras partes de la acera. La respuesta fue preguntarme si me molestaba y decirme que, si así era, yo mismo me quejara al conductor. Hay que pedir que deje de interpretar las leyes quien no tenga capacidad, los ciudadanos deben cumplir la ley, y la policía, aplicarla.

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