EL EURO EN LA CALLE

Los batidos y las hamburguesas del señor Wim Duisenberg

Wim Duisenberg, quien desde la víspera de la entrada en circulación de los nuevos billetes y monedas no se había pronunciado públicamente, apuntó ayer tres palabras que resumen bien no sólo la sensación de las autoridades económicas, sino también de tantos ciudadanos de a pie: 'Estamos escribiendo historia'. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), más relajado que de costumbre, se permitió algunas bromas y mostró un sentido del humor poco habitual en sus comparecencias.

Para demostrar que los precios no suben por el euro, Duisenberg no tuvo problemas en poner al descubierto exper...

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Wim Duisenberg, quien desde la víspera de la entrada en circulación de los nuevos billetes y monedas no se había pronunciado públicamente, apuntó ayer tres palabras que resumen bien no sólo la sensación de las autoridades económicas, sino también de tantos ciudadanos de a pie: 'Estamos escribiendo historia'. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), más relajado que de costumbre, se permitió algunas bromas y mostró un sentido del humor poco habitual en sus comparecencias.

Para demostrar que los precios no suben por el euro, Duisenberg no tuvo problemas en poner al descubierto experiencias culinarias personales que sorprendieron a muchos. El máximo guardián de la inflación en la zona euro se refirió a las hamburguesas y los batidos de una conocida cadena de comida basura, que siguen costando lo mismo en Alemania. Además, dijo, un conocido diario francés incluso es más económico ahora. 'Sólo contamos con evidencia anecdótica en uno u otro sentido', dijo Duisenberg en referencia al temor sobre los precios.

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En respuesta tácita a las quejas sobre la falta de abastecimiento de billetes que se han escuchado en algunos países, Duisenberg admitió ayer que, 'a nivel local' ha habido 'cierta' falta de papel moneda de baja denominación, un problema, que no obstante, deberá ser resuelto con las amplias reservas de los bancos centrales. Tanto el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, como Duisenberg recordaron, además, que, pese al gran éxito inicial, aún falta bastante trayecto por recorrer. 'La operación logística para el retiro de la destrucción de las monedas nacionales apenas se está iniciando', recordó Solbes.

Ambos aprovecharon la ocasión para proveer los últimos datos de la operación de cambio. Hasta las dos de la tarde de ayer, cerca de 197.400 cajeros automáticos (alrededor de un 96% del total) ya funcionaban en euros en los doce países que participan en la unión monetaria.

Esta rápida adaptación y la consiguiente circulación del dinero ha contribuido decisivamente a que 60 millones de ciudadanos dispongan ya de los billetes de euros y 200 millones de personas, de las monedas. 'El entusiasmo de la gente, hasta la fecha, ha sido el mayor activo en esta operación', destacó Solbes, antes de dar la enhorabuena al BCE.

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