Fiebre en las gradas afganas

El fútbol recupera su lugar en un estadio que servía de escenario para las ejecuciones públicas en la época talibán

El estadio de fútbol de Kabul ha visto muchos más horrores que momentos de gloria. Sobre su césped reseco los talibanes ejecutaron a cientos de presos durante cinco años. A falta de otro entretenimiento, las multitudes acudían en masa para presenciar ese espectáculo.

El martes fue muy distinto. En lugar de una ejecución se jugó el derby kabulí entre el Maiwand y el Sabawoon, los mejores equipos de la capital, que disputaron la final del torneo local. Resultado: Maiwand, 5; Sabawoon, 1. Los jugadores de ambos equipos llevaban pantalón corto, prohibido durante la época talibán. El ...

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El estadio de fútbol de Kabul ha visto muchos más horrores que momentos de gloria. Sobre su césped reseco los talibanes ejecutaron a cientos de presos durante cinco años. A falta de otro entretenimiento, las multitudes acudían en masa para presenciar ese espectáculo.

El martes fue muy distinto. En lugar de una ejecución se jugó el derby kabulí entre el Maiwand y el Sabawoon, los mejores equipos de la capital, que disputaron la final del torneo local. Resultado: Maiwand, 5; Sabawoon, 1. Los jugadores de ambos equipos llevaban pantalón corto, prohibido durante la época talibán. El Sabawoon vistió de rojo, con la camiseta del Manchester United. El Maiwand lo hizo con la elástica azul claro que el Real Madrid luce a veces en sus desplazamientos, escudo y publicidad incluidos. El Maiwand dominó el juego durante todo el partido y, aunque encajó un gol en la primera parte, se hizo con el torneo gracias a los cinco goles anotados en la segunda. Durante la dominación talibán estaba prohibido aplaudir en los partidos. Cuando un equipo marcaba, el único grito autorizado era el de 'Alá u akbar' (¡Dios es grande!). El martes, unos 10.000 espectadores, todos hombres, aplaudieron con entusiasmo las mejores jugadas y protestaron las decisiones arbitrales dudosas, mientras muchachos de apenas 10 años vendían huevos duros, tortas y té para ayudar a combatir el frío de la tarde invernal. Varios espectadores aprovecharon el descanso para extender sus mantas, postrarse en dirección a La Meca y cumplir con el rezo vespertino. El único incidente del partido lo protagonizó un aficionado, detenido por insultar a los jugadores.

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El campo de Kabul se encuentra en un zona muy castigada por la guerra, rodeado de edificios destruidos y solares polvorientos. Carece de luz artificial y de vestuarios. Los jugadores se visten en la grada, rodeados de aficionados.

Sayed Tahir fue el máximo goleador del torneo. 'Soy seguidor del Real Madrid', afirma, mientras se prepara para salir al terreno de juego. Tahir dice que su mayor virtud es su puntería ante el marco contrario y su mayor defecto 'la falta de energía'. Sastre de profesión, el pichichi afgano dice que su sueño es jugar con el equipo nacional y participar en los Juegos Olímpicos de Atenas. Sin dudarlo, afirma que su jugador favorito es Maradona', y de los que están en activo, Rául. El ariete del Maiwand, de 23 años, explica que el equipo compró las camisetas en Dubai y que entrenan dos horas, tres días por semana. Su principal problema es la falta de material. 'Necesitamos de todo', dice uno de sus compañeros, mientras enseña los tacos gastados de sus botas.

El secretario de la Federación Afgana de Fútbol, Zayed Zia Muzafari, afirma que el fútbol es el deporte más popular de Afganistán, por delante del boxeo y la lucha libre. Señala que hará todo lo posible por participar en la fase previa de los Juegos de Atenas, pero se queja de que las circunstancias del país, que comienza a recuperarse tras casi 25 años de guerra, hacen imposible formar un equipo nacional: 'Tenemos buenos equipos en Herat, Mazar-i-Sharif, Kandahar y Jalalabad, pero hasta que no haya seguridad en las carreteras será imposible organizar una liga nacional y formar una selección. Además, no tenemos medios de transporte ni dinero para viajar'.

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Unos 10.000 aficionados afganos al fútbol acudieron al estadio de Kabul para presenciar la final de Copa.AFP

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