Columna

Un timo

Termina el año y no sabemos aún quién robó los sumarios en Marbella, con un cadáver en el camino. Se archivó el caso y habrá que coincidir con quienes afirman que se ha consensuado otro desafuero en Gilandia, lo que por otra parte a nadie puede sorprender dado cómo se mueve el personal por esta tierra.

Nadie ha robado nada, nadie ha visto nada, nadie sabe quién o quiénes se llevaron miles de documentos y entrado en el sistema informático. Será más fácil encontrar a Ben Laden que al autor del robo. Y pensar que la Fiscalía Anticorrupción está en dique seco. Jesús Cardenal se gana...

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Termina el año y no sabemos aún quién robó los sumarios en Marbella, con un cadáver en el camino. Se archivó el caso y habrá que coincidir con quienes afirman que se ha consensuado otro desafuero en Gilandia, lo que por otra parte a nadie puede sorprender dado cómo se mueve el personal por esta tierra.

Nadie ha robado nada, nadie ha visto nada, nadie sabe quién o quiénes se llevaron miles de documentos y entrado en el sistema informático. Será más fácil encontrar a Ben Laden que al autor del robo. Y pensar que la Fiscalía Anticorrupción está en dique seco. Jesús Cardenal se gana el sueldo. Ni hay trama, ni hay inductor; todo huele mal y esto es algo que causa risa.

Como lo es que, años después esté por cerrar la investigación sobre la gestión económica de Acusur, la empresa de aguas de la Cuenca del Sur y que preside el popular José Antonio Villegas, poliédrico político que, primero estuvo al servicio de Juan Jiménez Aguilar en la patronal española y una vez 'sembrado' Madrid, se bajó para Málaga para muñir con escandalosas campañas publicitarias a favor de Celia Villalobos y del Partido Popular en las pasadas elecciones.

Villegas fue capaz de montar una campaña que sorprendió a todos, menos a las voluntades que se compraron para hacer más fácil el camino al Partido Popular. Y tuvo una especial ayuda en Miguel Ángel Rodríguez, ex portavoz de José María Aznar, que puso a su servicio la empresa de creatividad y publicidad.

Ahora, el Tribunal de Cuentas ha puesto al descubierto ésta y otras operaciones de Villegas y por lo que parece su partido lo va a dejar caer.

José Asenjo, quien fuera el socialista que con mayor dureza criticó las decisiones de Villegas, está dispuesto a llegar hasta el final e incluso pedirá que Jaume Matas dé explicaciones. Y hay materia para ello, desde el extraño movimiento de 2.000 millones de pesetas durante dos meses, 'en ignorado paradero', a la contabilidad de las cuentas millonarias de publicidad, la compra de voluntades, de empresas asesoras cercanas al Partido Popular y otras minucias en gastos de viajes, dietas y alguna que otra comida.

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