Realidad y visión

Ariel Sharon y Yasir Arafat han logrado, separada pero conjuntamente, hacer miserables las vidas de palestinos e israelíes. En los últimos meses, sus acciones han alimentado una dramática escalada en lo que ya era una espiral alarmante de violencia, muerte y sufrimiento humano. Ha fracasado su recurso a la fuerza como un medio para alcanzar objetivos políticos. Todavía es posible evitar una colisión mortal; para hacerlo, ambos líderes deben mirar a la realidad sin tapujos y cambiar de rumbo de forma drástica. (...) Israel no puede esperar que un mundo atemorizado le permita proseguir impunemen...

Ariel Sharon y Yasir Arafat han logrado, separada pero conjuntamente, hacer miserables las vidas de palestinos e israelíes. En los últimos meses, sus acciones han alimentado una dramática escalada en lo que ya era una espiral alarmante de violencia, muerte y sufrimiento humano. Ha fracasado su recurso a la fuerza como un medio para alcanzar objetivos políticos. Todavía es posible evitar una colisión mortal; para hacerlo, ambos líderes deben mirar a la realidad sin tapujos y cambiar de rumbo de forma drástica. (...) Israel no puede esperar que un mundo atemorizado le permita proseguir impunemente su política de asesinatos y castigos colectivos. La Autoridad Palestina no puede permitir que se utilicen medios ilegítimos sin una previsible pérdida de apoyo para sus justos objetivos políticos. (...) Tanto palestinos como israelíes han evaluado mal la utilidad y eficacia de la opción militar. Muchos palestinos pensaban que la violencia pondría fin a la ocupación israelí. No ha sido así. Muchos israelíes creen a Sharon cuando afirma que la acción militar contra los palestinos contendrá el terrorismo. Sólo ha aumentado el número de víctimas y la amenaza de más horrores. (...)

A medida que aumenta la inseguridad, se deterioran las condiciones socioeconómicas y se extiende la desconfianza, existe una posibilidad muy real de que consigan prevalecer los extremistas de ambas partes si las fuerzas de la moderación no presionan a sus líderes electos para que cambien ahora mismo sus políticas. (...)