El reglamento del congreso del PP evitará los debates sobre la sucesión
El Comité Ejecutivo Nacional del PP aprobó ayer sin debate el reglamento que delimitará el funcionamiento del XIV Congreso del partido, convocado para los días 25, 26 y 27 de enero. El texto será muy similar al que reguló los dos cónclaves anteriores. En ese documento se establecen una serie de competencias muy relevantes para el presidente del congreso, que será Eduarzo Zaplana. Tendrá poder para aceptar, según su criterio en ese momento, una propuesta o enmienda 'in voce' no programada en la agenda oficial. De esa manera decidirá si, por ejemplo, se discute una enmienda que proponga que el p...
El Comité Ejecutivo Nacional del PP aprobó ayer sin debate el reglamento que delimitará el funcionamiento del XIV Congreso del partido, convocado para los días 25, 26 y 27 de enero. El texto será muy similar al que reguló los dos cónclaves anteriores. En ese documento se establecen una serie de competencias muy relevantes para el presidente del congreso, que será Eduarzo Zaplana. Tendrá poder para aceptar, según su criterio en ese momento, una propuesta o enmienda 'in voce' no programada en la agenda oficial. De esa manera decidirá si, por ejemplo, se discute una enmienda que proponga que el presidente, José María Aznar, pueda optar a un tercer mandato consecutivo a La Moncloa en contra de su propio compromiso.
La dirección del PP está efectuando todos los movimientos y gestiones precisos para evitar que en el congreso de enero se abra inesperadamente un debate sobre la sucesión de Aznar. Por esa razón, el propio secretario general del PP, Javier Arenas, apostó ayer públicamente porque apenas se producirán cambios o ajustes en la cúpula del partido.
Lo habían manifestado más o menos expresamente distintos dirigentes en la onda oficial del PP y de los deseos de Aznar y ayer quedó escrito en el articulado del Reglamento del Congreso. La mesa del congreso será más reducida que en otras ocasiones (19 miembros) y tendrá enormes competencias para dirigir, moderar e incluso suspender las discusiones que se puedan suscitar durante esos tres días.