LAS SECUELAS DEL TEMPORAL

Maragall exige una comisión de investigación y un pleno extraordinario del Parlament

La Generalitat culpa a la oposición y a los ciudadanos, aunque admite algunos 'errores'

El Gobierno catalán siguió ayer en sus trece y repartió culpas por doquier por el caos que reinó en Cataluña el pasado fin de semana a causa del temporal de frío y nieve. CiU tachó de irresponsables no sólo a los ciudadanos por salir a la carretera, pese a las reiteradas advertencias, sino también a la oposición por criticar la actuación del Ejecutivo catalán. Tan sólo el presidente Jordi Pujol reconoció que, quizá, los servicios de emergencia se vieron desbordados. La oposición del Partit dels Socialistes reclamó una comisión de investigación y un pleno extraordinario.

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El Gobierno catalán siguió ayer en sus trece y repartió culpas por doquier por el caos que reinó en Cataluña el pasado fin de semana a causa del temporal de frío y nieve. CiU tachó de irresponsables no sólo a los ciudadanos por salir a la carretera, pese a las reiteradas advertencias, sino también a la oposición por criticar la actuación del Ejecutivo catalán. Tan sólo el presidente Jordi Pujol reconoció que, quizá, los servicios de emergencia se vieron desbordados. La oposición del Partit dels Socialistes reclamó una comisión de investigación y un pleno extraordinario.

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Los miembros del Ejecutivo catalán y los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) se apresuraron ayer, en los pasillos del Parlament, a rebatir la avalancha de críticas que les llegaban desde todos los frentes -ciudadano y político- por la actuación del Departamento de Interior este fin de semana para afrontar el temporal. Pero no dieron abasto. Al final, como sucede en todas las situaciones embarazosas para el Gobierno, tuvo que salir Jordi Pujol a dar explicaciones públicas. Y, como siempre, no permitió preguntas. Pero deberá responderlas mañana en la sesión parlamentaria de control al Ejecutivo ya que la oposición le interrogará sobre el tema.

Pujol fue el único miembro del Gobierno que admitió cierta responsabilidad por el colapso de los servicios de emergencia. 'Estas situaciones se producen de vez en cuando, ocurre en todas partes y a veces nos desbordan. Puede ser que a veces cometamos errores'. Fue el único mea culpa que entonó ayer el Gobierno catalán. Minutos antes, en la tribuna del Parlament, el consejero de Interior, Xavier Pomés, informó de que, en el futuro, la Generalitat mejoraría el contenido de los mensajes de alerta a los ciudadanos. Pero no especificó cómo. Eso fue todo.

El responsable, Siurana

La mayor parte de sus declaraciones, Pujol y Pomés las consumieron en arremeter contra la oposición y en culpar, por enésima vez, a los ciudadanos de meterse ellos mismos en la ratonera en que se convirtieron las carreteras catalanas desde el pasado viernes. El presidente catalán lamentó que la oposición política se 'ensañara' en sus críticas con el Gobierno -especialmente con Pomés- y añadió: 'Algunos parece que se alegren de que haya desgracias para dañar políticamente'.

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Pomés, por su parte, no tuvo más argumentos para responder a las críticas del PSC que referirse al alcalde de Lleida y parlamentario, el socialista Antoni Siurana, por los problemas registrados en la capital del Segrià. '¿Dónde está el alcalde de Lleida, que no le veo en el pleno? Supongo que estará limpiando la nieve que no ha recogido durante el fin de semana', manifestó el consejero de Interior en la tribuna del hemiciclo. Pomés anunció que comparecerá en el Parlament junto al consejero de Industria, Antoni Subirà, para 'dar la cara', probablemente la próxima semana.

Será en alguna comisión parlamentaria donde los miembros del Gobierno responderán a la oposición. En ningún caso, en el seno de una comisión de investigación o un pleno extraordinario, tal como exigió el líder socialista catalán, Pasqual Maragall. Si el Ejecutivo de Pujol elude su responsabilidad, el PSC, anunció, abrirá una investigación por su cuenta 'para explicar a los ciudadanos qué ha pasado y cuáles son las soluciones'.

Para Maragall, si la Generalitat ha abierto un expediente a Fecsa-Endesa, 'los ciudadanos de Cataluña también han abierto un expediente a este Gobierno, porque no va, está desorientado y se mueve a ciegas'. Las iniciativas socialistas se completarán con una reprobación al Ejecutivo de Pujol, anunció el portavoz parlamentario Joaquim Nadal, por no haber actuado con suficiente diligencia este fin de semana.

Dimisiones

Los conservadores del Partido Popular se distanciaron ayer de su habitual papel de muleta del Gobierno de Convergència i Unió y no descartaron pedir el cese de consejeros si, tras comparecer ante el Parlament, consideran que rehuyeron sus responsabilidades. Daniel Sirera, portavoz adjunto del PP, dijo que el Gobierno 'se fue de fin de semana y dejó los mismos servicios que otro normal'.

Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana lo tenían más claro que el PP. Ambos grupos pidieron sin titubeos la dimisión de Antoni Subirà. El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, calificó de 'propios del tercer mundo' los servicios que presta Fecsa-Endesa y exigió a Jordi Pujol que actúe con esta compañía eléctrica 'con la misma tenacidad que demostró cuando envió a los Mossos d'Esquadra a Llagostera para evitar que los vecinos impidieran la instalación de una línea de alta tensión'.

Joan Boada, de IC-V, extendió la petición de dimisiones al consejero de Interior, aunque aprobó su comparecencia parlamentaria. En cambio, Boada dijo que Subirà podía ahorrarse acudir al Parlament. 'Es inútil que venga, porque ya no es útil a este país. Tiene una actitud chulesca'.

Por parte de la federación de CiU, fue su secretario general adjunto, Pere Macias, a quien le tocó arremeter contra la oposición. Y lo hizo acusándola de 'falta absoluta de dignidad democrática' por criticar al Gobierno mientras Cataluña todavía estaba bajo los efectos del temporal de frío y nieve. A juicio del ex consejero de Política Territorial, la oposición hizo 'más allá de toda lógica, declaraciones altisonantes'. Repitió los argumentos nacionalistas de extender las culpas al Gobierno central, competente de las A-7 y A-2 y de la N-II, y al alcalde de Lleida.

Falset permanecía ayer todavía cubierto por la nieve.JOSEP LLUÍS SELLART

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