Represalias contra Hamás

Hay que dar crédito a las primeras acciones de Yasir Arafat contra Hamás, el grupo responsable de los últimos ataques terroristas en Jerusalén y Haifa. Poner bajo arresto domiciliario al líder espiritual de Hamás es un mensaje evidente para sus partidarios, que han respondido con airadas protestas. El examen real de esta campaña, sin embargo, será si las fuerzas de seguridad de Arafat pueden desarticular las redes terroristas de Hamás, comenzando por el arresto de aproximadamente tres docenas de personas de las cuales Israel tiene probadas evidencias de estar involucradas en ataques terrorista...

Hay que dar crédito a las primeras acciones de Yasir Arafat contra Hamás, el grupo responsable de los últimos ataques terroristas en Jerusalén y Haifa. Poner bajo arresto domiciliario al líder espiritual de Hamás es un mensaje evidente para sus partidarios, que han respondido con airadas protestas. El examen real de esta campaña, sin embargo, será si las fuerzas de seguridad de Arafat pueden desarticular las redes terroristas de Hamás, comenzando por el arresto de aproximadamente tres docenas de personas de las cuales Israel tiene probadas evidencias de estar involucradas en ataques terroristas. (...)

En los últimos meses, Hamás ha emergido como una fuerza poderosa en las áreas de administración palestina de Gaza y Cisjordania. Las urnas han demostrado que Hamás, que combina aspectos de partido político, organización de servicios sociales y ejército clandestino de suicidas, es ahora más popular que el secular partido nacionalista de Arafat. (...)

Ocho años después de los Acuerdos de Oslo, los palestinos han perdido la fe en las estrategias negociadoras de Arafat. Están desesperados de seguir viendo las humillaciones diarias de la ocupación israelí. Durante los 14 meses pasados, las equivocaciones de Arafat en la represión de la violencia antiisraelí han envalentonado a Hamás y ha ampliado su apoyo. Los ataques terroristas del pasado fin de semana estaban dirigidos no sólo a matar israelíes sino también a socavar el control político de Arafat. Arafat ya no puede permitirse esquivar el desafío de enfrentarse a Hamás. (...)

Nueva York, 7 de diciembre