Chevènement declara en el juicio contra el ex prefecto Bonnet

El ex prefecto Bernard Bonnet prosigue su combate solo contra todos. Desde el pasado 19 de noviembre, la mayoría de los testigos le implica en el incendio -voluntario y efectuado por gendarmes- de dos chiringuitos ilegales el 7 de marzo de 1999 en la costa de Córcega. Ayer declaró ante el tribunal Jean-Pierre Chevènement, ministro del Interior en la época de los hechos. 'Reconozco que la hipótesis de la tontería humana es muy a menudo la que mejor se corresponde con la realidad', dijo Chevènement. Él había sugerido el nombre de Bonnet para sustituir al asesinado Claude Erignac. 'Bonnet es el h...

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El ex prefecto Bernard Bonnet prosigue su combate solo contra todos. Desde el pasado 19 de noviembre, la mayoría de los testigos le implica en el incendio -voluntario y efectuado por gendarmes- de dos chiringuitos ilegales el 7 de marzo de 1999 en la costa de Córcega. Ayer declaró ante el tribunal Jean-Pierre Chevènement, ministro del Interior en la época de los hechos. 'Reconozco que la hipótesis de la tontería humana es muy a menudo la que mejor se corresponde con la realidad', dijo Chevènement. Él había sugerido el nombre de Bonnet para sustituir al asesinado Claude Erignac. 'Bonnet es el hombre adecuado en el lugar adecuado', fue la fórmula entonces empleada por el ex ministro que ayer defendió, de manera poco convincente, al personaje a base de estadísticas: disminución del número de atentados y aumento de resolución de delitos. Además, Chevènement se preocupaba por la propia imagen política: 'La explotación que se hizo de los hechos, hinchados por los contrarios a la restauración de la legalidad republicana, ha sido utilizada para justificar una política contraria a la mía', es decir, favorable a negociar una nueva autonomía con todos los diputados insulares.

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Bonnet defiende que ha sido víctima de una conspiración gubernamental para arrinconarle. Pero Alain Christnacht, consejero del primer ministro, Lionel Jospin, destruyó ayer esa tesis: 'No necesitábamos incendiar un chiringuito para cambiar de prefecto'. El consejero recordó que se trata de un cargo que está siempre a disposición del Gobierno y que puede cambiarse en cualquier instante. Para Christnacht, sólo 'la implicación del prefecto' en el delito explica su posterior comportamiento.

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