El palmarés de Alcine 31 explora los vericuetos de la mente humana

El festival de cine de Alcalá premia cortos sobre los niños y los apuros de los inmigrantes

Sin retorno, basada en hechos reales, está rodada en Estados Unidos y es la primera película de Jesús Nebot y Julia Montejo. Nebot encarna además al protagonista, Pablo, un profesor hondureño que, tras sufrir los efectos del huracán Mitch, emigra a Estados Unidos con lo único que le queda, su hija Cristina. Montejo, que fue quien recogió ayer el galardón, explicó: 'Me atrajo la historia porque toca un tema muy universal hoy, la inmigración y la soledad que siente una persona que pasa de profesor de universidad a peón en un tomatal'. Los directores de Sin retorno querían romper es...

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Sin retorno, basada en hechos reales, está rodada en Estados Unidos y es la primera película de Jesús Nebot y Julia Montejo. Nebot encarna además al protagonista, Pablo, un profesor hondureño que, tras sufrir los efectos del huracán Mitch, emigra a Estados Unidos con lo único que le queda, su hija Cristina. Montejo, que fue quien recogió ayer el galardón, explicó: 'Me atrajo la historia porque toca un tema muy universal hoy, la inmigración y la soledad que siente una persona que pasa de profesor de universidad a peón en un tomatal'. Los directores de Sin retorno querían romper estereotipos, y el personaje racista recae en una afroamericana. La distribuirá Lauren Film y se espera en la cartelera comercial para la próxima primavera.

En el Certamen Nacional de Cortos, el plato fuerte del festival de cine de Alcalá de Henares -que ha cumplido 31 ediciones y ha cambiado su nombre por el sonoro Alcine-, Belén Macías (Tarragona, 1968) arrasó. Mala espina se hizo, además de con el primer premio, dotado con un millón de pesetas, con el premio Canal Plus, el de mejor guión y el de mejor interpretación femenina para la actriz que encarna a la adolescente esquizofrénica, Adriana Ugarte. 'Mi corto habla sobre lo frágil que es la barrera entre la esquizofrenia y el comportamiento adolescente; surgió al documentarme sobre el protagonista del largo que preparo', explica Macías.

'Antes, lo típico era que los cortos fuesen un chascarrillo; quizás ahora haya una intención de los directores de darle más sentido, de contar cosas más profundas', apunta Martín Costa (Buenos Aires, 1971), director de Frasquito, la historia de una mujer que habla con su hijo malogrado, un feto conservado en un bote, y se aísla del resto del mundo. Frasquito compartió el tercer premio con Bamboleho, de Luis Prieto (Madrid, 1968), cuyos protagonistas son dos amigos adolescentes, Miguel y Ahmed, que sobreviven de pequeños hurtos y tienen su casa en una azotea barcelonesa.

'¿Por qué tantos niños? Quizás porque los cortometrajistas somos muy jóvenes y la infancia es una de las cosas de las que podemos hablar con conocimiento de causa. En mi corto hablo de la crueldad de los niños', explica Javier Ruiz (Barcelona, 1976), el director de Treitum. En la pandilla de Blas, José dicta las normas -defenderle con tesón, ser del Barça y no hablar con chicas son tres de ellas-, y el que no las sigue se torna Treitum

'Mi corto habla de lo difícil y peligroso que es educar a un menor', dice Luis Berdejo, autor de Ya no puede caminar, la inquietante historia de un niño al que su padre adiestra para que no tenga miedo de los animales enjaulándole con una cucaracha.

Brasil, de Javier Gutiérrez (Córdoba, 1973), premio Comunidad de Madrid -al que optan los cortos producidos en la región-, es el único sin niños del palmarés. Otto descubre que su mujer le engaña y recurre a un hechicero para vengarse.

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Alcine 31, proyección de los cortos ganadores, hoy, en el Teatro Salón Cervantes, a las 17.30, 20.00 y 22.30. Entradas, 400 pesetas.

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