Vuelta al pasado
El asunto que abordo parece un poco intrascendente después del deplorable atentado con coche bomba en Madrid del pasado día 6, pero es un problema con el que también vivimos todos los días, y me parece oportuno contarlo. Vivo en Alcalá de Henares y todos los días recorro hasta la estación de Renfe un trayecto de unos 500 metros; hoy ha sido el colmo, ya que en tan corto espacio he encontrado al menos media docena de excrementos de perro convenientemente pateados por las personas que pasan por ese trayecto. Al ver las calles de mi ciudad y de otras muchas en estas condiciones, en las que debes ...
El asunto que abordo parece un poco intrascendente después del deplorable atentado con coche bomba en Madrid del pasado día 6, pero es un problema con el que también vivimos todos los días, y me parece oportuno contarlo. Vivo en Alcalá de Henares y todos los días recorro hasta la estación de Renfe un trayecto de unos 500 metros; hoy ha sido el colmo, ya que en tan corto espacio he encontrado al menos media docena de excrementos de perro convenientemente pateados por las personas que pasan por ese trayecto. Al ver las calles de mi ciudad y de otras muchas en estas condiciones, en las que debes hacer verdaderos ejercicios de malabarismo para esquivar tales obstáculos, encuentro similitudes con las condiciones en las que se encontraban las calles de nuestras ciudades hace unos cuantos siglos, cuando no existía sistema de alcantarillado ni de recogida de basuras y directamente se arrojaban todas las inmundicias a la calle.
Me pongo a pensar, y llego a la conclusión de que avanzamos mucho en algunas cosas, pero en otras retrocedemos al pasado.