Crítica:COMER

Un japonés muy mediterráneo en Madrid

SUMMA, 'sushi' y ensaladas en un local con muebles de Philippe Starck

Uno de los restaurantes más esperados en Madrid acaba de abrir sus puertas, dejando en evidencia que las expectativas no eran infundadas. Tras su triunfo en Caracas, en el restaurante In The Mood, tres jóvenes empresarios -Juan Fraile, Javier Mesa y Carlos Sanabria- se han lanzado a la conquista del sector más cosmopolita de la capital con una cocina de yuxtaposición japonesa/mediterránea barnizada de originalidad y sentido del equilibrio. En un local posmoderno, aunque ruidoso, con muebles de Philippe Starck, paneles luminosos de hayas secas, barra de sushi central y dos impresionantes...

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Uno de los restaurantes más esperados en Madrid acaba de abrir sus puertas, dejando en evidencia que las expectativas no eran infundadas. Tras su triunfo en Caracas, en el restaurante In The Mood, tres jóvenes empresarios -Juan Fraile, Javier Mesa y Carlos Sanabria- se han lanzado a la conquista del sector más cosmopolita de la capital con una cocina de yuxtaposición japonesa/mediterránea barnizada de originalidad y sentido del equilibrio. En un local posmoderno, aunque ruidoso, con muebles de Philippe Starck, paneles luminosos de hayas secas, barra de sushi central y dos impresionantes lámparas circulares, se ofrecen platos muy serios, fruto del quehacer de dos grandes profesionales.

SUMMA

Profesor Waksman, 5. Madrid. Teléfono: 914 57 32 27. Cierra los domingos. Precio: entre 3.500 y 5.000 pesetas. 'Summa roll', 900. Ensalada de otoño, 975. Salmón 'teriyaki', 1.895. Chocolate 'cream', 650 pesetas. Pan ... no tiene Café ... 5,5 Bodega ... 5,5 Ambiente ... 6,5 Servicio ... 5,5 Aseos ... 7

Sin la presencia del joven alicantino Alejandro Moranda, al que legitima un sugerente currículo (dos años en Japón; dos en el restaurante Nobu, de Londres, y un largo periodo en el Kabuki madrileño), todo sería distinto. De su cabeza ha surgido la idea de freír en etérea tempura los rollitos de pescados con algas. De hecho, el summa roll ( salmón, cangrejo y aguacate) y el matzuzaki roll (atún, rodaballo, calamar, salmón, aguacate y queso en alga nori) constituyen dos especialidades insólitas.

Ideas de California

Nos encontramos ante una cocina nipona salpicada de nuevas ideas que, al igual que otras innovaciones gestadas en California en años pretéritos, retornarán a Japón laureadas por el éxito. El venezolano Ricardo Ossorio, experto en recetas asiáticas, ayuda a Fraile en el empeño. Lo más divertido es fraccionar el menú alternando platos mediterráneos y orientales. Si sus dos ensaladas meridionales -the salad y ensalada de otoño-, en las que se mezclan alcachofas, espárragos, peras y queso con aderezos agridulces, están bien, la rutinaria sopa de miso nipona no va a la zaga. Si su versión de la bruscheta italiana (tostada de pan con salmón, lechuga y huevas) es reconfortante, los surtidos de sushi y sashimi son ortodoxos.

Con los platos calientes llega, en parte, lo más llamativo de la casa. Excelente el salmón con gelatina de salsa teriyaki, magnífico el atún de aleta amarilla (yellow fin) a la vinagreta de soja y jengibre, y agradable el lomito de ternera cianti, con reducción de vinagre balsámico.

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En lo concerniente a la organización, el local presenta un aire caótico. A los pocos días de su apertura se aprecia una total descoordinación entre la cocina y la sala, y el servicio, joven y voluntarioso, incurre en despistes constantes. Confusión a la que contribuye el jefe de sala, que desorienta a los clientes con explicaciones extenuantes.

LA BARRA DE 'SUSHI'

EL ESPACIO central de este local de diseño lo ocupa una amplia barra de estilo japonés, ideal para realizar comidas individuales. La singularidad la aporta un canalito de agua en rotación constante que desempeña las funciones de cinta transportadora. Sobre su superficie flotan barquitos de madera engarzados ininterrumpidamente proa con popa, en cuya cubierta se disponen platos con sushi y sashimi, junto a otras especialidades. De acuerdo con la costumbre nipona, el cliente retira y va degustando las propuestas más apetecibles. Poco a poco, delante de su bajoplato se acumulan varios platillos, que nunca se retiran porque la facturación final se realiza en función del color de cada uno. Aunque en los restaurantes japoneses los postres tienen un papel irrelevante, en Summa se cuidan lo suficiente como para salir del paso. La sopa de pomelos rosados y blancos, muy digestiva, resulta agresivamente ácida para los no habituados; la típica pannacotta italiana disimula su insipidez con unos vistosos hilos de caramelo. En cambio, el chocolate cream es una espuma de chocolate de cierta talla.

La comida japonesa y las ensaladas mediterráneas, pródigas en sabores agridulces, no son un contrapunto adecuado para degustar grandes vinos. Aun así, uno de los propietarios, Juan Fraile, ha realizado una selección aceptable, compuesta por algunos blancos españoles, australianos y californianos, y por tintos de Rioja, Ribera del Duero, Priorato y Navarra. Marcas de relieve que destacan por su buena relación calidad/precio.

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