Denuncia en La Prospe
La escuela popular de Prosperidad, La Prospe, es un centro de educación de personas adultas bien conocido en Madrid desde hace 28 años por su labor educativa y social en el barrio. Además de clases de formación básica, español, talleres, etcétera, prestamos nuestros locales a todas aquellas organizaciones sociales que requieren un espacio para reunirse. El pasado 31 de octubre se celebraba en nuestros locales una asamblea de más de veinte grupos que están organizando, ante la próxima presidencia española de la Unión Europea, unas jornadas contra la Europa del capital, actividad que, hasta dond...
La escuela popular de Prosperidad, La Prospe, es un centro de educación de personas adultas bien conocido en Madrid desde hace 28 años por su labor educativa y social en el barrio. Además de clases de formación básica, español, talleres, etcétera, prestamos nuestros locales a todas aquellas organizaciones sociales que requieren un espacio para reunirse. El pasado 31 de octubre se celebraba en nuestros locales una asamblea de más de veinte grupos que están organizando, ante la próxima presidencia española de la Unión Europea, unas jornadas contra la Europa del capital, actividad que, hasta donde sabemos, es perfectamente legal dentro del vigente marco democrático (¿) que disfrutamos en este país. Pues bien, las personas que fueron saliendo de nuestros locales fueron abordadas por un policía de paisano que trató de obligarles a identificarse.
La escuela popular quiere realizar una denuncia pública de esta actuación, una más dentro del recorte general de libertades y de la represión insistente que estamos sufriendo los movimientos sociales de este país. Las voces discrepantes cada vez son menos admitidas en este sistema, y este Gobierno, fiel lacayo, hace ya tiempo que viene tratando de criminalizar e intimidar a grupos y personas que pensamos que otro mundo es posible. Nuestra escuela es especialmente sensible a esta política de descalificación, y a actos como el realizado a la puerta de nuestra escuela, por la negativa repercusión sobre nuestros alumnos/as (amas de casa del barrio, inmigrantes, etcétera), que pueden sentirse amedrentados en el normal desenvolvimiento de sus actividades escolares.